La princesa Leonor elogió la actitud de Carolina Marín y destacó la importancia de su lema 'puedo porque pienso que puedo' durante la entrega del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024 en el Teatro Campoamor de Oviedo.

MADRID, 25 Oct.

La jugadora española de bádminton Carolina Marín ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024 por su impresionante carrera deportiva y por su actitud ejemplar tanto ante la adversidad como ante el triunfo, según afirmó doña Leonor de Borbón y Ortiz.

La Fundación Princesa de Asturias reconoció a Marín como "la mejor jugadora de bádminton en la historia de España y una de las mejores del mundo", resaltando su gran impacto en el deporte a nivel internacional y su inspiradora labor dentro y fuera de la pista.

En una emotiva ceremonia, la madre de Carolina Marín, Toñi Martín, no pudo contener las lágrimas mientras su hija de 31 años recibía el merecido reconocimiento, acompañado de un extenso palmarés que incluye múltiples títulos mundiales, europeos y olímpicos.

La presidenta de la Fundación Princesa de Asturias, Ana Isabel Fernández Álvarez, resaltó el compromiso de ayudar a las generaciones más jóvenes a afrontar sus desafíos y asumir sus responsabilidades, así como el legado intelectual y humanístico representado por los premiados.

En su intervención, la Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón, destacó que Carolina Marín ha sido un ejemplo de superación y que su actitud ante la adversidad y el éxito es lo que realmente la define como una gran deportista. Además, subrayó la importancia de las palabras de Marín, 'puedo porque pienso que puedo', como un mensaje valioso para las generaciones más jóvenes.

Posteriormente, el Rey Felipe VI elogió a Marín y a los demás premiados, destacando su impacto positivo en la sociedad y su compromiso con el bien común. Enfatizó la importancia de poner a la persona en el centro de cualquier acción y decision, y de luchar contra la deshumanización y la polarización en la sociedad actual.

El Rey instó a defender la dignidad de la persona, proteger los derechos y libertades fundamentales que sustentan la democracia y fortalecer la cooperación internacional para afrontar los desafíos globales. Destacó que la lucha constante por la dignidad de los demás es esencial para garantizar nuestra propia dignidad como sociedad.