Candidatos oficialistas triunfan en primarias de Podemos en Andalucía, Euskadi y Castilla-La Mancha.

La atención mediática se centró especialmente en Andalucía, donde se gestaba un importante debate en torno a las alianzas políticas, mientras que en Galicia y Extremadura solo se presentó una única candidatura en el proceso de primarias de Podemos.
Desde Madrid, el 14 de diciembre, se ha conocido que los candidatos respaldados por la dirección han logrado imponerse en las primarias del partido para la elección de coordenadores autonómicos en diversas comunidades como Andalucía, Euskadi y Castilla-La Mancha. Por otra parte, en Extremadura y Galicia, las únicas candidaturas que cumplieron con los requisitos de avales se declararon vencedoras sin ningún tipo de competencia.
El verdadero centro del conflicto se situó en Andalucía, donde se presentaban dos candidaturas: una de ellas oficialista y la otra crítica con la actual dirección del partido. Tras una intensa y tensa campaña, Raquel Martínez, actual secretaria de Organización de Podemos Andalucía, logró el triunfo con el 52,4% de los votos (un total de 1.688 votos), superando a la alternativa, Susana Hornillos, quien obtuvo el 41,2% (1.326 votos).
El proceso electoral comenzó el 18 de noviembre y culminó con el cierre de votaciones a medianoche del día anterior. La diputada Martina Velarde no se presentó a la reelección, lo que abrió la puerta a que el partido decidiera apoyar a Raquel Martínez, alineada con la dirección estatal de Podemos.
La nueva dirección tendrá la crucial tarea de gestionar las alianzas políticas, dado que Podemos forma parte de la coalición Por Andalucía, que incluye a IU y Más País. Tanto Martínez como Hornillos pretendían reforzar la presencia de Podemos en el ámbito territorial, aunque la propuesta de Hornillos se mostraba más exigente al requerir un mecanismo de consulta previo para consolidar coaliciones, a diferencia de la postura más flexible de Martínez, la cual se inclina hacia la repetición de confluencias.
Otro escenario disputado fue Castilla-La Mancha, donde José Luis Gascón fue reelegido como coordinador, obteniendo el 55,5% de los votos (un total de 429) frente a Asun Mateos, la candidata alternativa, que alcanzó el 41,3% (319 sufragios).
En Euskadi, el proceso electoral fue más diversificado, con tres aspirantes compitiendo tras la decisión de Pilar Garrido de no buscar la reelección. Finalmente, Richar Vaquero, juntero por Vizcaya y candidato oficialista, se consolidó como nuevo líder autonómico al conseguir el 46,5% de los votos (402), mientras que Miren Echeveste, apoyada por el 44,6% (385 votos), quedó en segundo lugar. Unai Alijas solo logró 76 apoyos en esta contienda.
En Extremadura, la situación fue clara desde el principio, ya que solo se presentó Irene de Miguel, la coordinadora autonómica actual, quien revalidó su puesto con un abrumador 94,9% de apoyo (378 votos), reforzando así la alianza electoral que ha mantenido con IU en la coalición Unidas por Extremadura.
De manera similar, en Galicia, Isabel Faraldo se convirtió en la única candidata en reunir los avales necesarios para presentarse en las primarias, y asumirá el cargo que deja Borja San Ramón, quien ya había anunciado su decisión de renunciar tras alcanzar un 80,4% (710 votos) en las elecciones anteriores.
Con estos resultados, Podemos se prepara para incorporar a nuevos líderes en Galicia, Euskadi y Andalucía, al tiempo que mantiene a los coordinadores en funciones en Extremadura y Castilla-La Mancha.
Estas primarias se suman a las elecciones anteriores celebradas en febrero, donde se designaron coordinadores autonómicos en otras ocho comunidades, los cuales son en su mayoría cercanos a la cúpula del partido. Así, figuras como Isa Serra en Madrid, María Teresa Pérez en Valencia y otros líderes emergieron de ese proceso.
Es evidente que Podemos intenta revitalizar su presencia y eficacia a nivel territorial, un desafío que aún permanece. La formación ha enfrentado una merma en su representación en varias regiones, al punto de quedar como una fuerza extraparlamentaria en zonas clave como la Comunidad Valenciana, Madrid y Galicia, y sufriendo una disminución de apoyo en lugares como Aragón y Castilla y León.
La dirección nacional del partido ha delineado una nueva estrategia en respuesta a la ruptura con Sumar a finales de 2023, enfocándose en potenciar su autonomía política y fortalecer su identidad como marca dentro del panorama político español.
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