En un reciente movimiento que podría cambiar el rumbo del sector bancario en España, BBVA ha decidido llevar ante el Tribunal Supremo la exigencia que el Gobierno estableció para dar visto bueno a su oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell. Esta directiva, que surgió en junio, estipula que ambas entidades deben permanecer separadas durante un periodo inicial de tres años, con la posibilidad de extenderse hasta cinco.

El proceso legal fue iniciado por BBVA el 15 de julio, apenas tres semanas después de que el Gobierno hiciera pública esta controversial condición que acompaña a la operación. Desde la entidad bancaria han confirmado a Europa Press la girosidad del asunto, que ha sido adelantado por 'El Español'.