La reciente inseguridad en las infraestructuras españolas ha cobrado protagonismo con la detención de dos hombres de 20 y 27 años, responsable del robo de cableado de cobre en las líneas ferroviarias de alta velocidad. Este delito, que tuvo lugar el 4 de mayo, causó estragos en el servicio entre Madrid y Sevilla, afectando a alrededor de 6.300 viajeros y retrasando 21 trenes.

El robo se llevó a cabo en diversos puntos de la línea en la provincia de Toledo, donde los delincuentes sustrajeron importante material eléctrico, obligando a la interrupción del servicio ferroviario durante un tiempo considerable. Esta acción vandálica no solo interrumpió la movilidad de miles de usuarios, sino que también supuso una pérdida económica para el operador ADIF, que estima los daños en unos 25.000 euros.

Las indagaciones realizadas por la Guardia Civil en Toledo resultaron en la identificación de los sospechosos, quienes demostraron tener experiencia en delitos de este tipo. Utilizaron un método de robo inusual y esquemático, lo que indica que estaban familiarizados con las técnicas necesarias para realizar la sustracción de manera segura, evitando las descargas eléctricas en el proceso.

Para hacer frente a esta problemática y prevenir futuros incidentes, la Guardia Civil ha decidido reforzar la seguridad en los tramos afectados. Se han movilizado efectivos de varias unidades, incluidos grupos de Tráfico, Seguridad Ciudadana, Seprona, así como la colaboración del Servicio Aéreo utilizando helicópteros y drones para la vigilancia aérea.

Las investigaciones también llevaron a descubrir que estas actividades delictivas estaban vinculadas a individuos con un historial de antecedentes penales en la provincia de Toledo, lo que sugiere una red organizada en el tráfico de material robado. Tras reunir las pruebas necesarias, los agentes llevaron a cabo registros en Orgaz y Sonseca, donde finalmente arrestaron a los dos sospechosos por un presunto delito continuado de robo con fuerza.

En el transcurso de los registros, se confiscó un arsenal de herramientas y materiales que incluían cuatro teléfonos móviles, cizallas, radiales, un visor nocturno y varios metros de cable de cobre, además de sustancias prohibidas. La operación ha sido un esfuerzo colectivo de varias unidades de la Guardia Civil, quienes han trabajado en conjunto para frenar este tipo de delitos que afectan la seguridad y bienestar de la sociedad.

Con la intervención efectiva de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el respaldo de otras unidades operativas, se espera que estas acciones disuadan a otros posibles delincuentes y ayuden a restaurar la confianza en la seguridad de las infraestructuras críticas del país.