La Policía francesa arrestó a 20 personas durante una nueva noche de disturbios en Nanterre, a las afueras de París, en relación a la muerte de un adolescente la semana pasada. Aunque los incidentes violentos han disminuido en los últimos días, el Ministerio del Interior ha registrado más de 3.600 detenciones desde el inicio de la crisis. En la última noche, se reportaron 55 incendios de vehículos y un edificio dañado, además de un miembro de las fuerzas de seguridad herido.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó a través de Twitter que se incautaron 1,5 toneladas de material pirotécnico en poco más de una semana en la región metropolitana de París, en el epicentro de la violencia desatada tras la muerte de Nahel. El agente responsable del disparo permanece detenido y es sospechoso de homicidio.

El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que el "pico" de los disturbios ya había pasado, aunque hizo un llamado a la prudencia ante la posibilidad de que resurjan. El Gobierno ha fortalecido los vínculos con los alcaldes de las áreas afectadas y busca promover una ley de emergencia para acelerar el proceso de reconstrucción.