El referéndum de independencia en Cataluña ha sido un tema polémico y controvertido en la historia contemporánea de España. La lucha por la independencia de Cataluña ha sido una cuestión recurrente a lo largo de los siglos, y ha cobrado especial relevancia en la etapa de la Transición Democrática.
Uno de los antecedentes más importantes del referéndum fue el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979, que estableció un marco jurídico para la autonomía de la región. Sin embargo, este estatuto no satisfizo las demandas de los partidos independentistas, que seguían reivindicando la independencia de Cataluña.
El movimiento independentista en Cataluña ha tenido un importante apoyo popular, especialmente a partir de la crisis económica de 2008. La sociedad catalana se ha polarizado entre aquellos que defienden la independencia como solución a los problemas económicos y políticos de la región, y aquellos que consideran que la mejor opción es la permanencia en España.
En septiembre de 2017, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña convocó un referéndum de independencia que fue declarado ilegal por el Gobierno central de España. A pesar de la oposición del Gobierno y del Tribunal Constitucional, se llevó a cabo una consulta popular en la que la mayoría de los votantes se pronunciaron a favor de la independencia.
La convocatoria del referéndum generó una profunda crisis política en España, con enfrentamientos entre el Gobierno central y el Gobierno catalán, que culminaron con la aplicación del artículo 155 de la Constitución española y la destitución del Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
La convocatoria del referéndum de independencia en Cataluña tuvo repercusiones a nivel internacional, con reacciones encontradas por parte de la comunidad internacional. Mientras que algunos países apoyaron el derecho de autodeterminación de Cataluña, otros manifestaron su respaldo a la unidad de España.
El referéndum de independencia en Cataluña ha tenido un profundo impacto en la sociedad catalana, dividiéndola entre partidarios y detractores de la independencia. La crisis política derivada de la convocatoria del referéndum ha dejado secuelas en la relación entre Cataluña y el resto de España, y ha reavivado el debate sobre el modelo de Estado.
La aplicación del artículo 155 de la Constitución española y la intervención de la Generalitat han dejado heridas aún no cicatrizadas en la sociedad catalana, que continúa dividida respecto a la independencia.
El futuro de Cataluña sigue siendo incierto, con un conflicto político que parece lejos de resolverse. La posibilidad de un nuevo referéndum de independencia sigue latente, a pesar de la oposición del Gobierno central y de la comunidad internacional.