El 16 de julio en Madrid, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha declarado que en ningún momento consideró la opción de dejar su cargo tras el escándalo vinculado al ex 'número tres' del PSOE, Santos Cerdán, quien se encuentra bajo la sospecha de haber recibido sobornos. Díaz ha defendido la integridad del presidente Pedro Sánchez, subrayando que él es "un hombre limpio".

Durante una entrevista en el programa 'La hora de la 1' de TVE, en la que fue cuestionada sobre la posibilidad de que su partido, Sumar, abandonara el Gobierno tras el escándalo de fraude en la adjudicación de contratos de obras públicas en el que se involucra a Cerdán, Díaz insistió en que no es algo que hayan considerado. "Nosotros no trabajamos en esta coyuntura", afirmó.

La vicepresidenta también destacó que su formación política había sido pionera en solicitar responsabilidades al PSOE, exigiendo el "cese inmediato" de Cerdán y la implementación de "medidas de regeneración democrática" y anticorrupción. Dichas propuestas, según ella, se plasmaron en un documento de 15 medidas que el presidente Sánchez presentó en el Congreso la semana anterior.

En relación a la comparecencia de Sánchez, Díaz reiteró que había declarado públicamente que él es "absolutamente limpio y no corrupto", aunque se mostró cautelosa al referirse a la honestidad del resto del Ejecutivo. "En la vida hay que ser prudente", enfatizó, indicando que no es prudente comprometerse a la hora de garantizar la integridad de los miembros de su equipo.

Finalmente, Yolanda Díaz mencionó la complejidad del asunto, afirmando que no está en condiciones de conocer la profundidad de la trama en la que está involucrado Cerdán. Su enfoque cauteloso se ha podido interpretar como un intento de distanciarse de las implicaciones del escándalo mientras refuerza su postura a favor de la transparencia y la legalidad en la política.