En medio de una temporada estival marcada por una serie de devastadores incendios, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha hecho un llamado urgente a la implementación de una política integral y sostenida que no solo busque la extinción de estos fuegos, sino que también promueva la prevención a largo plazo y genere un entorno propicio para quienes combaten estas emergencias.

Díaz utilizó su cuenta de Blueskay para transmitir este mensaje, instando a una colaboración efectiva ante la crisis que enfrenta el país. A pesar de la tensión existente entre el Gobierno y las comunidades afectadas, que han expresado su frustración por la falta de recursos y respuestas, la vicepresidenta optó por un enfoque conciliador, subrayando la necesidad de trabajar en conjunto.

En su análisis, propuso diversas estrategias para abordar las causas subyacentes de los incendios, señalando que uno de los principales problemas es el abandono de las zonas rurales. Según ella, la despoblación y la desatención en estas áreas han tenido consecuencias devastadoras, lo que ha sido advertido a nivel internacional por la ONU, que ha ligado el cambio climático con aumentos en la violencia y duración de los incendios.

Para combatir esta situación, Díaz aboga por desarrollar políticas que revitalicen el entorno rural, lo que incluye una gestión sostenible de la producción agrícola, prácticas de ganadería extensiva y la reforestación con especies autóctonas en lugar de los monocultivos que aumentan el riesgo de incendios.

"Es imperativo contar con un enfoque sistemático que contemple no solo la extinción durante la temporada alta de incendios, sino un compromiso constante, con personal competente y bien entrenado durante todo el año", insistió Díaz, enfatizando la importancia de eliminar la precariedad en el sector y establecer una conexión sólida entre la prevención y la extinción.

Finalmente, concluyó señalando que la lucha contra el fuego no se limita a los meses de verano; es una tarea que requiere planificación y recursos continuos. Para tener un "monte vivo", es esencial contar con un entorno rural igualmente próspero y protegido.