En un contexto político cada vez más tenso, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, ha realizado un firme llamado a los presidentes autonómicos del Partido Popular (PP) en una rueda de prensa celebrada el lunes. Fúster instó a estos líderes a que dejen de lado la influencia de su líder, Alberto Núñez Feijóo, al momento de discutir los presupuestos autonómicos, un asunto que está generando fricciones en las relaciones entre ambos partidos.

Este mensaje llega en un momento crítico, dado que el PP se encuentra en la necesidad de contar con el apoyo de Vox para sacar adelante sus presupuestos, especialmente tras la reciente ruptura de los ejecutivos de coalición. Vox ha dejado claro que no apoyará las cuentas públicas si no se toman medidas decisivas para cesar la financiación de lo que consideran "políticas inmigratorias" desfavorables.

Las negociaciones en torno a los presupuestos ya han fracasado en comunidades como las Islas Baleares y más recientemente en Extremadura. Fúster expresó su descontento con la propuesta de los populares en esta última comunidad, describiendo los ajustes propuestos como "absurdos" y la propuesta para los menores migrantes no acompañados como "inasumible". Calificó la situación como "una traición" a los principios de su partido. Sin embargo, se mantiene la posibilidad de diálogo en otras regiones como Castilla y León, Murcia, Aragón y la Comunidad Valenciana.

De acuerdo con el portavoz de Vox, en el transcurso de las negociaciones se ha hecho evidente la “poderosa influencia” que Núñez Feijóo tiene sobre algunos de los líderes autonómicos del PP, lo cual, según él, está obstaculizando la posibilidad de alcanzar acuerdos. “Esperamos que otros 'barones' del PP, en beneficio de todos los españoles, logren liberarse de esa influencia negativa”, añadió Fúster, haciendo eco de su deseo de construir una colaboración más efectiva entre ambas formaciones.

Finalmente, Fúster hizo un llamado a los presidentes autonómicos a que los presupuestos se enfoquen en "aliviar las pesadas cargas" que soportan los ciudadanos, priorizando así cuestiones que considere esenciales y obviando lo que considera desvíos como las políticas LGTBI, la inmigración ilegal y las subvenciones a sindicatos. Su mensaje resuena con el enfoque conservador de Vox, que busca centrarse en lo que considera las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía.