Seis personas fueron detenidas el martes en Madrid en relación con los disturbios que se han producido frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. Estas personas, que no tienen antecedentes penales, han sido puestas en libertad a la espera de diligencias judiciales.
La Policía Nacional está investigando la participación de grupos de ultraderecha en estos disturbios. Según fuentes policiales, simpatizantes de España 2000, Bastión Frontal, Hogar Social y Ultrasur, algunos de los cuales se creían ya desaparecidos, se han unido para protestar contra la ley de amnistía que el PSOE está negociando con partidos independentistas para la investidura de Pedro Sánchez. Estos grupos se concentran frente a la sede del partido y han mostrado mensajes a favor de la unidad de España y en contra de la inmigración, así como cánticos contra la Constitución.
Los agentes policiales creen que estas organizaciones no actúan de forma coordinada, pero se unen en medio de la protesta para enfrentarse a la policía. Los disturbios se han intensificado desde el pasado viernes, aumentando tanto en número de asistentes como en agresividad y violencia.
En el último episodio de protestas, que tuvo lugar el martes, se registraron enfrentamientos con la policía, lanzamiento de objetos, quema de contenedores y destrozo de mobiliario urbano. Además, se produjeron 39 heridos, entre ellos 30 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Seis personas fueron detenidas, todas ellas de nacionalidad española y sin antecedentes penales, y han sido puestas en libertad a la espera de comparecer ante la justicia.
Se ha detectado un aumento en el número de infiltrados de ultraderecha y con simbología nazi en estas protestas. El sindicato Solidaridad, vinculado a Vox, ha convocado una nueva manifestación para hoy miércoles, que tampoco ha sido comunicada a las autoridades.
Los manifestantes han coreado consignas como "España no se vende, España se defiende", "Sánchez a prisión" y "Puigdemont a prisión", así como proclamas en apoyo a Franco. También se han dirigido reproches a la policía y contra el Rey Felipe VI.
Entre los participantes de las protestas el martes se encontraba la líder del grupo neonazi Bastión Frontal, Isabel Medina Peralta, que subió al techo de un quiosco de tabacos haciendo el saludo nazi y portando una bandera con la cruz de Borgoña.
La manifestación del martes culminó con una marcha hacia Gran Vía y el Congreso de los Diputados, a la que se sumaron también el líder de Desokupa, Daniel Esteve, entre otros.