El 27 de junio de 2023, se ha revelado un alarmante dato: más de un cuarto de la población infantil en España, específicamente el 25,2%, vive en hogares que carecen de los medios para enfriar sus viviendas, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto significa que aproximadamente 2.013.600 niños se encuentran en situaciones vulnerables, incapaces de mantener una temperatura adecuada durante el intenso calor veraniego, tal como ha señalado la organización Save The Children en el marco del inicio de la primera ola de calor de esta temporada.
La organización ha destacado que junio de 2023 ha registrado temperaturas sin precedentes, convirtiéndose en el mes más cálido desde que existen registros, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Ante la perspectiva de un verano aún más caluroso, Save The Children advierte que este calor extremo se ha convertido en una nueva normalidad que pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar los efectos de la crisis climática, especialmente en los más jóvenes, quienes son los más afectados.
En su reciente informe titulado 'Nacer en un mundo en crisis climática', Save The Children constata que más del 80% de los niños en España se ven expuestos anualmente a eventos climáticos extremos, como sequías, olas de calor y lluvias torrenciales. La responsable de incidencia de la organización, Carmela del Moral, ha enfatizado que aquellos niños que provienen de familias con limitaciones económicas son los que sufren las consecuencias más severas de esta crisis, ya que sus viviendas no están adecuadas para enfrentar situaciones climáticas adversas.
Los datos apuntan a que las comunidades autónomas más perjudicadas por esta doble vulnerabilidad son Andalucía, Murcia y Extremadura, donde se estima que una proporción significativa de la infancia vive en condiciones de mayor riesgo debido a la pobreza y el cambio climático. Del Moral ha señalado que el calor extremo no solo afecta la salud de los niños, sino que también interfiere en su descanso y ocio, lo que repercute negativamente en su rendimiento escolar.
El análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida revela que las viviendas en Andalucía, Canarias y la Comunidad Valenciana presentan los mayores desafíos para mantener un ambiente fresco. La responsable de Save The Children ha expuesto que la pobreza energética es un obstáculo para muchas familias, quienes no pueden permitir que sus hogares alcancen temperaturas adecuadas en verano. Además, el envejecido parque de viviendas en barrios de bajos ingresos, caracterizado por su ineficiencia energética, agrava esta situación.
Ante este panorama, Save The Children solicita la activación de políticas públicas que faciliten la adaptación de los espacios donde se desarrollan los niños y niñas. La propuesta incluye la implementación de planes que permitan adecuar las viviendas y edificios a los requerimientos climáticos actuales, sin que esto implique un aumento en las rentas de alquiler.
Para proteger a la infancia de los efectos del calor extremo, la organización sostiene que es esencial no solo mejorar la eficiencia energética de las viviendas, sino también asegurar que las ayudas estatales lleguen efectivamente a las familias con menores a cargo. Según Del Moral, resulta crucial reformar el bono social, unificando los descuentos y simplificando el acceso a estos beneficios, para que realmente se pueda ayudar a quienes más lo necesitan durante estos meses de calor extremo.
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