Crónica España.

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Txema Villalobos: “Orgulloso de la confianza de Isidre Esteve en el Dakar”

Txema Villalobos: “Orgulloso de la confianza de Isidre Esteve en el Dakar”

MADRID, 27 Dic. - En una reveladora conversación sobre las experiencias vividas en el Rally Dakar, el copiloto Txema Villalobos ha compartido su perspectiva sobre los desafíos enfrentados junto al piloto catalán Isidre Esteve. A pesar de las complicaciones, Villalobos se siente "orgulloso" de la confianza que Esteve ha depositado en él para afrontar esta exigente aventura, destacando que "casi siempre" logran hallar una solución a los problemas surgidos durante la competición.

En declaraciones divulgadas por el Repsol Toyota Rally Team, Villalobos, que se ha ganado el apodo de MacGyver por su habilidad para resolver problemas mecánicos, ha subrayado su experiencia en el Rally Dakar, donde ha enfrentado situaciones de gran complejidad. "Hemos vivido experiencias de todos los colores, pero casi siempre logramos encontrar una solución, por complicado que parezca", enfatizó Villalobos a medida que se aproxima el inicio del Dakar 2025 en Arabia Saudí.

A lo largo de su carrera, Villalobos ha sido un pilar fundamental para Esteve, quien afronta su noveno Dakar en esta edición. El copiloto de Calonge no solo actúa como su mano derecha, sino que también tiene la responsabilidad de atender cualquier inconveniente que pueda surgir con el vehículo durante la carrera. Su formación como mecánico le ha permitido desarrollar un conocimiento profundo del funcionamiento de los coches de competición.

Villalobos inició su trayectoria en el rally más desafiante del mundo en el año 2000, integrándose al equipo de asistencia de Salvador Servià en la edición que tuvo lugar entre Dakar y El Cairo. Aquel año, Servià finalizó en la cuarta posición, marcando el comienzo de un camino en el que Villalobos ha recorrido los áridos desiertos de África, América del Sur y, más recientemente, Arabia Saudí.

En 2008, Villalobos fue crucial al preparar el SsangYong Kyron adaptado, un paso significativo para que Esteve regresara a la competición en el Rally Dakar 2009, dos años después de sufrir un accidente en la Baja Almanzora que le dejó con una lesión medular irreversible. Esteve encontró en Villalobos un compañero con el que podía contar en el futuro, y en 2012, le dio la responsabilidad directa de copilotarle, facilitando así su retorno a los desiertos sudamericanos en 2017 gracias al innovador Cojín Inteligente.

Uno de los episodios más complicados que ambos enfrentaron se produjo durante la primera parte de la etapa maratón del Rally Dakar 2023. El equipo Repsol Toyota Rally Team se encontraba en la caza del 'top 20' de la general tras dos especiales sin asistencia, pero, luego de los primeros 180 kilómetros en el Empty Quarter, los contratiempos comenzaron a surgir.

Después de saltar una duna, el motor del Toyota Hilux se detuvo, y cualquier intento de reiniciar el vehículo resultó imposible; el motor de arranque había fallado. Villalobos no dudó en bajarse del coche para empujar el vehículo cuesta abajo y limpiar las ruedas que se habían atascado en la arena. Finalmente, Esteve logró arrancar en segunda marcha, pero la aventura no había hecho más que comenzar.

Frente a ellos había casi 100 km de intensa presión, donde cada momento contaba, y el 4x4 no podía permitirse más apagones. La pareja se mostró a la altura del desafío, pero en la cima de la última duna, se encontraron en apuros una vez más. Durante tres horas, Villalobos tuvo que desmontar el fondo del vehículo para encontrar una solución que les permitiera finalizar la etapa.

“La primera parte de la carrera había sido excelente; estábamos cerca del 'top 20' y habíamos superado a muchos competidores que se quedaron atascados en las dunas. Sin embargo, al final del día, tras experimentar un fallo en el motor de arranque, pasamos por una verdadera odisea”, recordó Villalobos de aquella jornada memorable.

La situación era tan complicada que ni siquiera podían recibir ayuda con una eslinga. Villalobos, con ingenio, se deslizó debajo del coche, desmontó el motor de arranque pieza por pieza, identificando la parte que fallaba, para finalmente improvisar una solución que consistía en tirar de una cuerda mientras aceleraban, logrando así que el coche arrancara.

El director del Rally Dakar, David Castera, incluso sobrevoló en helicóptero para evaluar la situación del equipo. "Nos insistía en que teníamos que abandonar por la hora que era, pero nadie podía ayudarnos", explicó Villalobos. "Finalmente, logramos arrancar mientras él estaba allí, y Isidre maniobró con pericia”. La hazaña fue ardua y les ocupó mucho tiempo, pero lograron culminar la primera parte de la maratón.

Al llegar al vivac, Villalobos se dedicó a desmontar y reinstalar meticulosamente el sistema que había improvisado, preparándose para el día siguiente. “Tengo un recuerdo agridulce; fue una experiencia dura, soportamos un calor extremo en medio de la nada durante tres horas, pero me sentí satisfecho por haber logrado resolver la situación y salvar aquella etapa”, concluyó Villalobos, quien ganó el apodo de MacGyver por su ingenio y destreza en la adversidad durante el evento.