MADRID, 21 de noviembre. -

La conocida figura social, Tamara Falcó, ha celebrado su cumpleaños número 43 este miércoles, en un momento particularmente gratificante de su vida personal. Mostrando su orgullo por la estrecha relación que mantiene con su familia, celebró su aniversario por partida doble, rodeada de los seres más queridos en una atmósfera de cariño y alegría.

A la hora del almuerzo, la celebración se llevó a cabo en su impresionante hogar en Puerta de Hierro, donde estuvo acompañada por su esposo Íñigo Onieva. Su relación parece haber alcanzado una etapa de plena felicidad, como lo reflejó el romántico mensaje que le dedicó en las redes sociales en su felicitaciones. También la acompañaron sus hermanos, Xandra y Manolo Falcó, este último en compañía de su esposa Amparo Corsini, y su primo Álvaro Falcó, quien llegó junto a Isabelle Junot, todos ellos luciendo sonrisas en la celebración más significativa de la marquesa de Griñón.

Por la noche, Tamara e Íñigo realizaron una discreta visita a la residencia de Isabel Preysler, donde finalmente soplaron las velas de su pastel en una cena privada que, hasta el momento, ha sido completamente reservada, sin que se hayan filtrado detalles al respecto.

Este jueves, la colaboradora del programa 'El Hormiguero' volvió a sus obligaciones sociales tras una breve pausa para su cumpleaños. Así, realizó diversos trámites en el centro de Madrid. Radiante en su reaparición después de celebrar 43 gloriosos años, Tamara no dudó en agradecer con una amplia sonrisa las felicitaciones recibidas por parte de los medios, aunque mantuvo en secreto cómo vivió su día y qué obsequios recibió de su familia.

En su primer acto público posterior a su cumpleaños, la marquesa decidió optar por un estilo cómodo, luciendo una gorra de béisbol negra, un chándal y sudadera en el mismo tono, así como zapatillas deportivas y un abrigo de paño cortado a tres cuartos. Su look estuvo finalizado con un bolso de piel de asa corta que complementaba su atuendo, demostrando que es posible ser casual y elegante al mismo tiempo.

La socialité, en un gesto de discreción admirable, ha decidido no entrar en el debate público tras haber manifestado que, en este momento, la adopción no forma parte de sus planes si no llega a cumplir su sueño de ser madre. A pesar de las críticas recibidas, su sonrisa refleja que tales comentarios no le han afectado, mostrando una despreocupación digna de admiración ante la discordia que ha generado su decisión.