El anuncio de la cancelación del proyecto conjunto entre Stellantis y Orano ha generado sorpresa en el mundo empresarial. Ambas empresas han decidido poner fin a la idea de crear una empresa enfocada en el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos.
Sin dar detalles sobre las razones detrás de esta decisión, Stellantis y Orano han aclarado que el memorando de entendimiento firmado previamente no era vinculante y que en la actualidad consideran inviable seguir adelante con el proyecto.
La intención inicial de la 'joint venture' era producir cátodos a partir de materiales reciclados, una iniciativa que ahora queda en el aire.
Orano ha manifestado que están explorando otras opciones comerciales, teniendo en cuenta la calidad del proceso de reciclaje que ofrecen.
En contraste, Stellantis ya colabora con la empresa belga Umicore a través de Automotive Cells Company, en la planta de Nersac (Francia), para reciclar los residuos de producción de celdas.
No es solo Stellantis y Orano quienes están trabajando en soluciones de reciclaje en el sector automotriz. Renault, por ejemplo, tiene como objetivo ser pionero en Europa en el reciclaje masivo de baterías, creando un sistema de economía circular para reducir la dependencia de China y generar ingresos para la compañía.
A pesar de las conversaciones que Renault ha mantenido con empresas especializadas en reciclaje avanzado, aún no se ha anunciado ninguna alianza concreta en esta dirección.
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