En una operación sorpresiva, soldados del Ejército de Israel ingresaron en las oficinas de Al Yazira en la ciudad cisjordana de Ramala en la madrugada de este domingo e impusieron un cierre de 45 días a la cadena panárabe, según informó el jefe de la oficina, Walid Al Omari.
El periodista describió la presencia de soldados israelíes "fuertemente armados y enmascarados" quienes entregaron la orden de cierre sin dar explicaciones sobre las razones detrás de la decisión.
Durante la confrontación, un soldado en árabe ordenó a Al Omari abandonar las instalaciones de inmediato, mientras el canal transmitía la escena en directo por televisión.
Al Yazira denunció esta acción como un intento de limitar su cobertura de la ofensiva militar contra Cisjordania y Gaza, tras la prohibición en mayo por parte del Gobierno de Benjamin Netanyahu de informar desde territorio israelí, considerando sus emisiones como propaganda de Hamás.
El corresponsal en Ramala, Nida Ibrahim, afirmó que el cierre no fue una sorpresa, dado que ya habían escuchado amenazas previas por parte de autoridades israelíes. Al Omari expresó su preocupación por la posibilidad de que los militares intenten manipular la información y ocultar la verdad.
La Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno de Gaza condenó el cierre como un "escándalo ensordecedor" y solicitó a las organizaciones de Derechos Humanos que lo repudien, calificándolo como una violación a la libertad de prensa.
Según reportes, 173 periodistas han perdido la vida a manos del Ejército israelí desde el inicio de la ofensiva tras los ataques de Hamás el 7 de octubre, incluyendo a los reporteros de Al Yazira, Ismail Al Ghoul y Samer Abudaqa.
El Sindicato de Periodistas Palestinos condenó esta "decisión arbitraria" como una nueva agresión contra la prensa y mostró su solidaridad con Al Yazira, ofreciendo sus recursos a los trabajadores del canal.
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