Según Fotocasa, el mercado inmobiliario de 2025 experimenta precios elevados y cifras de ventas históricas.
En Madrid, a 2 de enero, el panorama del mercado inmobiliario para este año se perfila con precios elevados y un récord en las ventas, según el reciente comunicado del portal especializado Fotocasa.
La directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha indicado que el cambio en la política monetaria hacia una postura más laxa ha sido determinante para embellecer las perspectivas del sector inmobiliario, mejorando también los datos de actividad previstos para 2024, que se ven influenciados por significativos cambios sociales y legislativos.
Matos ha afirmado que la reducción de los tipos de interés marca el inicio de un nuevo ciclo hipotecario donde la demanda de compra de vivienda se convierte en el actor principal.
Asimismo, este año se enfrenta a grandes desafíos estructurales, con una presión significativa en la oferta y la continuidad de la tendencia alcista en los precios. Según la portavoz, esto plantea un “urgente desafío” en lo que respecta a la mejora de la accesibilidad a la vivienda.
Se prevé que 2024 se convierte en el año más destacado desde 2007, con una estimación de más de 650.000 operaciones firmadas. Este dato resulta asombroso, considerando que la primera mitad del año estuvo marcada por tipos de interés restrictivos.
Para el año 2025, se anticipa un dinamismo en la adquisición de viviendas, con un leve aumento en las compraventas, impulsadas por motivaciones como el deseo de emancipación, la mejora de la calidad del hogar y el interés en obtener rendimiento en el mercado. Un gran volumen de la demanda probablemente estará destinado a la compra por reposición, caracterizando así el nuevo periodo.
El aumento en la tasa de ahorro de los hogares, junto a un mercado laboral considerado "resiliente" y condiciones hipotecarias más atractivas, mantendrán una actividad muy dinámica en el mercado, con una media mensual de más de 50.000 compraventas. No obstante, la escasez de oferta disponible complicará la tarea de encontrar la vivienda ideal para muchos.
El sector hipotecario ha culminado una de sus etapas más “fatigosas” y se encamina hacia una “época de bonanza”. El año 2024 ha progresado de menos a más, impulsado por la disminución paulatina de los tipos de interés, que se han reducido desde un 4% en los primeros meses del año hasta un 3% al cierre del mismo.
Las proyecciones para finales de 2024 son optimistas, esperando alrededor de 450.000 concesiones hipotecarias, lo que convertiría este año en uno de los más exitosos desde 2010.
El año 2025 se prevé como uno de los periodos más favorables para aquellos compradores que necesiten financiamiento. Es importante señalar que el porcentaje de compradores que no recurren a hipotecas, actualmente en un 35%, tenderá a disminuir a medida que se ofrezcan créditos más atractivos y asequibles.
Además, el aumento del precio de la vivienda ha sido una constante durante 2024, y las proyecciones sugieren incrementos cercanos al 9%, situando el precio por metro cuadrado por encima de los 2.380 euros.
Ciudades con gran capacidad de atracción poblacional y un fuerte potencial turístico ya están alcanzando precios máximos, superando los registros de hace 15 años y estableciendo nuevos récords.
Por otro lado, el precio de los alquileres también ha alcanzado un nuevo récord a finales de año, superior a los 13 euros por metro cuadrado, con una previsión de aumento anual por encima del 10%. Sin embargo, dada la rigidez en los precios, se estima que el aumento en 2025 podría estar alrededor del 7%.
Al cumplirse un año y medio de la implementación de la Ley por el derecho a la vivienda, el balance es desfavorable. Matos señala que el “error de diagnóstico” en este proceso y la “falta de consenso” con la otra parte esencial del mercado, es decir, los propietarios privados, generan “descontento y preocupación” en el ámbito inmobiliario.
El arrendamiento ha experimentado un cambio radical, consecuencia de la intervención en el tope de actualización de las rentas durante 2023 y 2024, lo que ha limitado la rentabilidad de los inmuebles.
Esto ha resultado en un claro florecimiento de otras modalidades de alquiler, como el temporal, que ha aumentado un 55%, o el turístico, que ha crecido un 40% en su popularidad.
Por último, Matos concluye su análisis subrayando que la disminución de los tipos de interés y la caída progresiva del Euríbor impulsan una demanda que se espera continúe siendo robusta y consistente. Sin embargo, esta creciente demanda, frente a una oferta cada vez más escasa, seguirá provocando el aumento sostenido de los precios, complicando así aún más el acceso a la vivienda para muchos ciudadanos.
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