MADRID, 18 Nov.
La pedagoga Leticia Garcés, autora de 'Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada', enfatiza que el criterio para comprar el primer móvil a los niños debe ser, por encima de todo, retrasarlo lo máximo posible, acercándose a la etapa del instituto y alejándose de la etapa de Primaria.
Según ha señalado la experta en educación en una entrevista con motivo del Día Universal del Niño el 20 de noviembre, es favorable que el primer móvil no sea de alta gama, no esté constantemente conectado a Internet, tenga un uso limitado en tiempo y espacio supervisado, y se utilice para jugar o comunicarse con amigos bajo una supervisión parental adecuada.
Garcés propone que los niños reciban una educación emocional que los capacite para tener autocontrol, habilidades para el esfuerzo y una organización responsable, ya que, aunque reciban su primer móvil a los dieciséis años, como se propone, si no han madurado emocionalmente a través de una educación, seguirán siendo igual de vulnerables.
En cuanto a si existe un tipo de padre o madre ideal, la experta considera que no, sino que más bien existen padres y madres que buscan lo mejor para sus hijos e hijas, siempre buscando mejorar sus habilidades parentales para guiar el camino hacia la salud mental, brindando buenos tratos desde la infancia.
Para Garcés, lo que más necesita el niño para crecer seguro de sí mismo y confiado es tener sus necesidades físicas y materiales satisfechas, sentirse amado, tener un sentido de pertenencia y tener la oportunidad de desarrollar una personalidad sólida y saludable, siendo estimulado adecuadamente tanto en el hogar como en la escuela.
La autora también argumenta que es posible educar sin castigar y defiende que el castigo no contribuye a la educación. Según comenta, muchas veces lo que se le quita al niño pensando que es lo que más le gusta y con eso aprenderá a comportarse bien, es precisamente lo que más necesita. Por ejemplo, si se le quita el deporte con la intención de que aprenda, se está interfiriendo en su desarrollo socioemocional y en su salud. Si se le priva del juego o del tiempo con amigos, también se intercepta su necesidad de socializar y si se le niega la comida por haberse portado mal, también se está afectando su salud.
Por lo tanto, Garcés sostiene que la educación es algo que los padres deben llevar a cabo día a día, cuidando cuidadosamente la forma en que se relacionan y comunican con sus hijos.