En la madrugada del domingo, Austria abrió los primeros centros de votación para elegir a los 183 diputados que definirán el próximo Gobierno. Más de seis millones de austriacos acudirán a las urnas en unas elecciones cruciales, en las que la ultraderecha del Partido de la Libertad (FPO) podría lograr una victoria histórica tras su éxito en las elecciones europeas.
Según las encuestas, el FPO lidera con un 27% de apoyo, seguido por los democristianos del OVP del canciller Karl Nehammer. A pesar de estos datos, el FPO podría enfrentar dificultades para formar Gobierno en caso de ganar.
El SPO, Los Verdes y NEOS-La Nueva Austria y Foro Liberal se sitúan por debajo en las encuestas, seguidos por el Partido Comunista y el Partido de la Cerveza, liderado por Marco Pogo. La campaña de la ultraderecha se ha centrado en la migración y la crisis económica.
Herbert Kickl, líder del FPO, aboga por una "Austria fuerte" y políticas anti-migratorias. En caso de victoria, el FPO podría complicar la política exterior en relación con Rusia, debido a sus simpatías y relación con el presidente Putin.
El FPO, considerado euroescéptico, será observado de cerca desde Bruselas, ya que su llegada al Gobierno podría entorpecer la imposición de medidas conjuntas en la Unión Europea. Los austriacos tendrán la última palabra en estas elecciones cruciales.
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