En el ambiente político español, específicamente en la capital, se han desatado intensas tensiones dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, ha dejado en claro que la dirección nacional no intervendrá en la permanencia de Juan Lobato como líder del PSOE en Madrid. Lobato, quien ostenta este cargo, está preparado para representar a su partido en el 41 Congreso Federal que se llevará a cabo este fin de semana en Sevilla.

“Es natural que el secretario general del PSOE-M asista al Congreso el próximo sábado, y no tenemos intención de impedirlo,” declaró Cerdán ante la prensa durante una conversación en los pasillos del Congreso. Esta postura refleja una decisión deliberada de la dirección federal de no interferir en los asuntos internos de la federación madrileña, señalando que la responsabilidad recae en ellos. “No tenemos intención de involucrarnos,” añadió Cerdán, reafirmando su posición de no entrometerse en el manejo interno del PSOE en Madrid.

Las palabras del secretario de Organización se produjeron tras la controversia generada por las revelaciones de Juan Lobato, quien admitió haber recibido un correo de Moncloa que contenía información privada sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, actual presidenta de la Comunidad de Madrid. Esto ha llevado al Tribunal Supremo a investigar al fiscal general del Estado por la presunta revelación de secretos, lo que ha agitado aún más el clima político que rodea a los socialistas.

Aparte, Lobato no solo confirmó la recepción del correo, sino que también hizo pública su decisión de llevar el asunto ante un notario, registrando así su conversación con la jefa de Gabinete de Óscar López, quien en ese momento era el jefe de Gabinete del presidente Pedro Sánchez. Esta acción ha levantado críticas dentro de su propio partido y ha suscitado la opinión de que su conducta podría ser motivo suficiente para una dimisión inmediata.

La reacción a las declaraciones de Lobato no se ha hecho esperar. Miembros de la propia federación del PSOE en Madrid han señalado que su proceder es cuestionable y han sugerido que debería renunciar a su cargo, delegando así su participación al Congreso Federal. No obstante, el líder de los socialistas en Madrid ha rechazado la idea de dimitir y ha catalogado la reacción en su contra como un “linchamiento” promovido desde dentro de su propio partido.

A pesar de las complicaciones, fuentes cercanas a la dirección del PSOE han indicado que no planean tomar acción antes del Congreso. Consideran que abrir hostilidades a tan solo días de un evento tan significativo carece de lógica y, por ello, han decidido dejar el asunto en manos del partido en Madrid. Esta postura subraya una clara resolución de la dirección federal de alejarse de la controversia interna.

Sin embargo, las dudas persisten entre las altas esferas del PSOE sobre las acciones de Lobato. Existen interrogantes sobre la necesidad de registrar su conversación con Pilar Sánchez Acera, quien además es miembro de la Ejecutiva del PSOE en Madrid. Las fuentes consultadas revelan que Lobato tomó la iniciativa de comunicarse con Cerdán el domingo pasado para advertir sobre la información que se publicaría en el diario ABC respecto al notariado de sus comunicaciones, dejando entrever el grado de preocupación y tensión que permea en las filas socialistas en este momento delicado.