El próximo jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encontrará ante un exhaustivo cuestionamiento en la comisión del Senado dedicada al controvertido 'caso Koldo'. Este interrogatorio podría extenderse hasta cinco horas y contará con la participación de todos los grupos parlamentarios, excepto el PNV. Cada partido tendrá la posibilidad de hacer preguntas durante al menos 50 minutos, siendo el Partido Popular el último en interpelar al jefe del Ejecutivo.
La comisión de investigación, que lleva activa más de un año y medio, ya ha visto desfilar a cerca de 90 testigos, incluidos ministros como Ángel Víctor Torres, Fernando Grande-Marlaska y María Jesús Montero. También han comparecido figuras destacadas como el exministro José Luis Ábalos y el actual presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa.
El formato del interrogatorio se mantendrá igual que en sesiones pasadas: cada grupo tiene 50 minutos para formular sus preguntas a Sánchez, en un orden que favorece a los grupos de menor representación, comenzando por UPN y Vox, y concluyendo con el PP.
Sin embargo, han surgido suspicacias dentro del Partido Popular respecto a este esquema, ya que algunos miembros consideran que los senadores que interrogan al principio logran captar más atención mediática.
A lo largo de las más de 90 sesiones de esta comisión, varios grupos parlamentarios han estado ausentes. No obstante, ahora todos, con la excepción del PNV y el BNG, han decidido estar presentes en la comparecencia de Sánchez.
Vox y UPN, que comparten el Grupo Mixto, estarán a la cabeza del interrogatorio, siendo representados por la senadora María del Mar Caballero y el senador Ángel Pelayo. Por su parte, el Grupo Izquierda Confederal contará con la participación de senadores de diferentes formaciones, mientras el PNV ha optado por no asistir, argumentando que el proceso busca únicamente la confrontación política y la cobertura mediática.
Los miembros de Junts también se sumarán al interrogatorio, y lo hacen tras anunciar su ruptura con el PSOE. Sin embargo, diversos socios como Coalición Canaria y el BNG se han excluido de esta sesión.
ERC también estará presente y desde el grupo han indicado que exigirán a Sánchez claridad sobre las dudas que existen respecto a las posibles implicaciones de su partido en esta trama. Se espera que también compartan tiempo de preguntas con EH Bildu.
Se prevé que el PSOE ofrezca apoyo a Sánchez con una presencia significativa de su equipo en el Senado. Sin embargo, todavía es un misterio quién será el representante del PP encargado de interrogar al presidente, aunque se ha confirmado que la portavoz Alicia García no asumirá esta tarea.
Los miembros del PP en esta comisión de investigación están formados por un variado grupo de senadores que han mostrado su intención de no revelar el nombre del interrogador hasta el último momento, manteniendo así el suspenso característico de estos eventos.
El Senado ha decidido mantener la sala Clara Campoamor como sede de este importante interrogatorio, aunque con mayores restricciones de aforo debido a la expectación que genera. Esta sala ha sido testigo de múltiples comparecencias relevantes dentro de la investigación.
Dado la naturaleza controvertida del evento, se ha establecido que solo los integrantes de la comisión tendrán acceso a la sala durante el interrogatorio, con muy pocas excepciones, y los medios de comunicación no podrán ingresar, a diferencia de lo que ocurrió en ocasiones anteriores.
Los periodistas que deseen seguir el desarrollo del interrogatorio podrán hacerlo desde otras salas habilitadas, mientras que aquellos dentro de la comisión tendrán la posibilidad de trasladarse a diferentes dependencias para llevar a cabo sus funciones informativas.
Con la comparecencia de Sánchez, se marcará un hito en la historia reciente de España, convirtiéndose en el segundo presidente en funciones que es interpelado por una comisión de investigación en las Cortes Generales, un gesto que recuerda la comparación con el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ya hizo lo propio en el pasado.
Por otro lado, tanto José María Aznar como Mariano Rajoy también han sido llamados a comisiones de investigación, aunque en su calidad de expresidentes, lo que añade una capa adicional de trascendencia a la situación actual del mandatario socialista.
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