En un reciente anuncio, el Ministerio de Defensa de Rusia ha informado que las fuerzas armadas rusas han tomado el control de la localidad de Kurajovo, situada en la provincia oriental de Donetsk, un movimiento que forma parte de una extensa ofensiva enfocada en la ciudad estratégica de Pokrovsk, localizada a aproximadamente 30 kilómetros al norte de esta área.

A pesar de la importancia de la declaración moscovita, el Ejército ucraniano aún no ha emitido una respuesta oficial al respecto. Desde el Kremlin, se celebra con entusiasmo la supuesta "completa liberación de Kurajovo", considerada la zona más densamente poblada del suroeste de la región del Donbás, lo que indica un avance significativo en su agenda militar.

Las autoridades rusas catalogan la captura de esta localidad como una victoria notable, subrayando que, a pesar de enfrentarse a "una capacidad de maniobra reducida" en la región, han logrado hacerse con el control de Kurajovo. Aparentemente, la localidad contaba con ciertas ventajas defensivas, dado que está situada al norte de un embalse, dificultando las operaciones militares en esa dirección.

En el comunicado emitido, el Ministerio de Defensa de Rusia enfatiza que la adquisición de este importante centro logístico complica significativamente el apoyo logístico y técnico que recibe el Ejército ucraniano en su avance hacia la ciudad de Donetsk. De acuerdo con sus declaraciones, esto priva al actual régimen de Kiev de la capacidad de usar sistemas de artillería de manera efectiva.

No obstante, ya en diciembre del año pasado, la Inteligencia militar británica había reportado sobre los "intensos combates en el corazón de la localidad". Aquel informe advertía que, de consolidarse la conquista de Kurajovo, Rusia tendría la oportunidad de "fortalecer sus posiciones" en la región y encarar nuevas ofensivas hacia el oeste con mayor confianza y recursos.