El embajador de Rusia en el Reino Unido, Andrei Kelin, ha manifestado recientemente que dentro del país británico están surgiendo voces significativas que abogan por frenar cualquier escalada adicional en el conflicto de Ucrania.

Este viernes, Kelin hizo hincapié en que los nuevos misiles Oreshnik, un tipo de proyectiles de medio alcance fabricados por Rusia, han generado inquietud en la población británica, a pesar de que el Gobierno ha tratado de minimizar dicha preocupación.

En una entrevista con la cadena de televisión Rusia-24, el embajador afirmó que la introducción de los Oreshnik ha tenido un impacto notable en la percepción pública, sugiriendo que esta impresión podría ser incluso desproporcionada. Según él, las autoridades de Downing Street han estado activamente intentando "enviar señales tranquilizadoras" a la ciudadanía británica.

Kelin también destacó que, en días recientes, el Gobierno del Reino Unido había sido informado sobre la intención de Rusia de llevar a cabo pruebas del misil Oreshnik en Ucrania. En este sentido, el embajador mencionó que las pruebas resultaron tan exitosas que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha decidido avanzar hacia la producción en masa del misil.

No obstante, Kelin observó que las intentonas de calmar los ánimos no han logrado el efecto deseado. Afirmó que tanto los medios de comunicación británicos como las redes sociales se inundaron rápidamente de "titulares apocalípticos", insinuando que Rusia había decidido utilizar el Oreshnik como respuesta a un supuesto visto bueno de Washington, Londres y París para que Ucrania llevara a cabo ataques con misiles de largo alcance en territorio ruso.

En este contexto tenso, el embajador enfatizó que los advertencias de Putin han sido amplificadas en la prensa británica, y sugirió que, por primera vez, se están escuchando con claridad llamados en el Reino Unido que piden evitar una escalada mayor en el conflicto.