En un evento que resalta su estilo de vida y cercanía con su círculo más íntimo, el Rey Juan Carlos aprovechó su visita a Sanxenxo para organizar una velada privada en el Real Club Náutico, donde convocó a amigos y a sus sobrinos, Alfonso y María Zurita, este pasado sábado por la noche.

El rey llegó al club a bordo del coche de su cercano amigo Pedro Campos, momento en el que no dudó en saludar a los medios de comunicación que estaban al acecho de cualquier novedad. Ante la inevitable pregunta sobre el impacto de sus recientes memorias, el monarca, fiel a su característico sentido del humor, eludió el tema y prefirió concentrarse en lo que lo rodeaba, respondiendo: "Buenas noches, hace un día estupendo".

En esta ocasión, los únicos asistentes familiares fueron sus sobrinos, lo que ha llamado la atención ya que la Infanta Elena, habitual acompañante y entusiasta de las regatas, no estuvo presente. Su ausencia es notable, especialmente considerando su compromiso con Sanxenxo en otras ocasiones.