Northvolt, el principal fabricante europeo de baterías para automóviles eléctricos, ha decidido mantener operativa su planta ubicada en Suecia, a pesar de enfrentar serios desafíos financieros.

MADRID, 22 Nov. - En una reciente declaración, Peter Carlsson, el CEO de Northvolt, ha anunciado su renuncia justo en el momento en que la empresa, una de las más valoradas en el sector tecnológico privado de Europa, ha solicitado formalmente la quiebra en Estados Unidos. Este movimiento se ha dado a conocer a través de un comunicado oficial emitido por la propia compañía.

La solicitud de quiebra voluntaria, llevada a cabo por Northvolt, tiene como principal objetivo reestructurar la deuda acumulada, reducir el tamaño del negocio y garantizar una "base sostenible" que permita la continuidad de sus operaciones. Se prevé que este proceso de reestructuración finalice en el primer trimestre de 2025. A pesar de esta situación, la compañía ha confirmado que proseguirá con las operaciones de su fábrica en Ett, Suecia.

Tom Johnstone, el presidente interino del consejo de administración, destacó que este movimiento es esencial para que Northvolt avance en su misión de establecer una capacidad industrial local en Europa para la producción de baterías. “Este paso decisivo permitirá a Northvolt continuar su misión de establecer una base industrial europea local para la producción de baterías”, afirmó Johnstone.

Además, subrayó que, a pesar de los “desafíos” que enfrenta la compañía a corto plazo, esta acción es clave para reforzar la estructura de capital de Northvolt, de modo que pueda aprovechar la creciente demanda en el mercado de vehículos eléctricos.

Un objetivo importante para la empresa escandinava es acceder a una línea de financiamiento de aproximadamente 234 millones de euros, de los cuales cerca de 138 millones serán en efectivo, mientras que los restantes 95 millones se obtendrán a través de una financiación que permite a las empresas en quiebra seguir operando bajo el Capítulo 11 de la ley estadounidense.

Northvolt se especializa en la producción de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos. Sin embargo, la competencia china en el mercado europeo ha comenzado a causar estragos en su negocio. Como resultado de esta dura competencia y problemas de liquidez, la compañía tomó la difícil decisión en septiembre de recortar su plantilla en un 20%, lo que implica la eliminación de 1,600 empleos en Suecia. La localidad de Skelleftea fue la más afectada, con mil puestos de trabajo perdidos, y se anticipan otros 400 despidos en Västeras, donde también se prevé una desaceleración en la expansión de Northvolt Labs.

La compañía admitió la necesidad de reducir su fuerza laboral a nivel global en un 20% y en un 25% en Suecia para mantenerse "sostenible". Además, en julio, Northvolt informó sobre una revisión estratégica que incluyó la suspensión de la construcción de nuevas fábricas en Alemania, Canadá y Suecia, esto se debió a un aumento en sus pérdidas, que superaron los 1,000 millones de dólares (aproximadamente 936 millones de euros) en el último año fiscal.

Entre los desafíos que enfrenta Northvolt se encuentran problemas operativos diarios, exacerbados por la pérdida de grandes clientes como BMW y Scania de Volkswagen, quienes han expresado su frustración por retrasos en la entrega de productos y fallos en la calidad de las baterías suministradas. Hasta hace poco, la financiación de Northvolt contaba con un respaldo sólido, apoyada por un volumen de pedidos que superaba los 49,300 millones de euros.