Tras la retirada de Zapatero en 2004, los militares españoles volvieron al país en 2015 para metas de consejos
MADRID, 19 Mar.
Este lunes se cumplen veinte años del comienzo de la invasión de Irak, lanzada el 20 de marzo de 2003 ajeno de Naciones Unidas con el propósito de deponer a Sadam Husein, y España prosigue que se encuentra en el país con un total de 323 militares y un general listo para dirigir la misión de la OTAN allí desde el próximo mes de mayo.
La participación de España en la coalición dirigida por Estados Unidos provocó una avalancha de manifestaciones que acabó con el aviso de José Luis Rodríguez Zapatero en el mes de abril de 2004 --solo un mes tras ganar las selecciones en general-- de retirada de las tropas españolas de Irak.
Sin embargo, los militares españoles volvieron al país diez años después, ahora en 2015, como una parte de una coalición internacional con Estados Unidos nuevamente adelante. Se trata de la misión 'Inherent Resolve', "con el propósito de contribuir al fortalecimiento de las Fuerzas Armadas iraquíes para vencer al DAESH y lograr los objetivos nacionales establecidos".
Además, en 2018 se sumó a otra operación en Irak, donde asimismo participa España, bajo bandera de la OTAN para asesorar a su gobierno en el ámbito de la composición de seguridad nacional y desarrollar su sistema educativo profesional militar.
En preciso, hoy día hay en Irak 323 militares españoles, 168 en la coalición en todo el mundo y otros 155 en la misión de la Alianza Atlántica, según datos proporcionados por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) a Europa Press.
Las ocupaciones asignadas a 'Inherent Resolve' las desarrollan instructores españoles en el 'Baghdad Diplomatic Support Center', donde son adiestradas entidades del servicio contraterrorista iraquí (CTS) por integrantes de la Unidad de Operaciones Especiales (SOTG) de la Coalición.
También forman una parte del contingente español en Irak los militares correspondientes a la 'Task Force' Toro, una unidad de helicópteros Cougar desplegados en la base aérea de Al Asad. Su misión primordial es proveer transporte aéreo a las tropas de la coalición.
Por su parte, los efectivos de la OTAN trabajan desde Bagdag "dando acompañamiento a la seguridad y contra el terrorismo en Irak". Al frente de esta misión va a estar desde el próximo mes de mayo el general español José Antonio Agüero Martínez.
Con él, España liderará ahora 4 metas en todo el mundo: la de Irak, la de la ONU en Líbano con el general Aroldo Lázaro, la de Malí con el general Fernando Gracia y la Operación Atalanta, que tiene su cuartel general en la base de Rota.
La situación de hoy de Irak está marcada por dado que cerca de la mitad de su población nació tras el comienzo de la invasión y se opone a gigantes adversidades para localizar empleo en una economía prácticamente completamente ligado del petróleo, que a lo largo de la última década ha supuesto mucho más del 99 por ciento de las exportaciones y el 85 por ciento de los capitales gubernativos, según datos del Banco Mundial.
En enero de 2021, la cota de desempleo superaba el 20 por ciento, afectando eminentemente a los jóvenes, intensamente insatisfechos con las élites políticas y económicas, percibidas como extensamente corruptas al tiempo que el sistema público prosigue siendo poco servible frente a la incapacidad de volver a activarlo tras 2 décadas de enfrentamiento y también inestabilidad.
Irak logró además de esto remarcar sus fuerzas de seguridad con acompañamiento estadounidense y, tras el objetivo del 'califato', espera conseguir normalizar la coyuntura económica por medio de una secuencia de reformas que logren por fin materializar las demandas de la población para una más calidad de vida y derechos escenciales cerca de 2 décadas tras el estallido de la guerra.