MADRID, 28 de noviembre.

En medio de un ambiente político convulso, el PSOE ha reaccionado a la reciente imputación de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según los representantes socialistas, esta acusación forma parte de una "estrategia política" diseñada por la oposición de derechas. Han señalado, además, que el contexto de investigación tiene un matiz peculiar, ya que el juez decano de Badajoz, donde se está llevando a cabo el proceso, se tomó un selfie con Santiago Abascal, líder del partido Vox.

José Zaragoza, diputado del PSC, expresó sus opiniones al ser interrogado en los pasillos del Congreso sobre la decisión de la jueza Beatriz Biedma de que David Sánchez comparezca por presuntos delitos relacionados con la Administración Pública, tales como la prevaricación y el tráfico de influencias, así como delitos contra la Hacienda Pública. Zaragoza no dudó en calificar la situación como un ataque político, asegurando que las denuncias provenientes de la "extrema derecha" están causando un colapso en el sistema judicial.

El diputado también apuntó que este episodio es parte de una "estrategia política de desgaste" contra el Gobierno de coalición. Para sustentar su argumento, recordó un incidente ocurrido en el pasado julio, donde el juez Emilio García-Cancho Murillo, en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, pidió un selfie a Abascal y le deseó "buena suerte", lo que, según Zaragoza, evidencia que la Justicia "a veces no guarda las maneras que ha de guardar".

Por su parte, Patxi López, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, ha instado a los magistrados a que aclaren la situación lo más pronto posible. "Si es necesario, que lleguen hasta el final; que determinen las responsabilidades", indicó López, quien también se mostró contrariado por la cantidad de "bulos" que circulan en torno a esta cuestión.

En la misma línea, López dirigió su crítica a aquellos que, según él, utilizan "mentiras" y "recortes de no se sabe qué prensa" para hacer acusaciones infundadas a personas que simplemente no tienen nada que ver con los delitos en cuestión. Esta declaración subraya la tensión y el clima de desconfianza que reina en la política española actual, por lo que se intuye que este caso continuará generando eco en el debate público.