En el contexto actual de crisis climática y desastres naturales, el Partido Popular (PP) ha lanzado duras críticas hacia Teresa Ribera, quien ocupa el cargo de vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica. Durante una reciente sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el diputado César Sánchez acusó a Ribera de llevar a cabo una "gestión negligente" ante la llegada de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que causó significativos estragos. La ministra, por su parte, respondió señalando que el PP se burla de los avisos rojos emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El diputado popular, César Sánchez, cuestionó abiertamente a Ribera sobre si, como posible comisaria en el futuro, informará a la Comisión Europea de los problemas judiciales derivados de su gestión en territorio español. A modo de crítica, Sánchez también insinuó que la vicepresidenta estaba más concentrada en sus asuntos personales en Bruselas que en la crisis que atravesaba el país en ese momento. Además, enfatizó que Ribera es la máxima responsable de la limpieza de los cauces, un trabajo que, según él, no se llevó a cabo adecuadamente.

Sánchez precisó que la ministra es responsable de la falta de adecuación del barranco del Poyo, donde no se implementó un sistema de alerta temprana, algo que sí existe en otras regiones de España. También apuntó que durante las cruciales dos horas y media de la emergencia reciente en la comunidad valenciana, Ribera no proporcionó información a los ciudadanos y que falló en declarar la situación de emergencia cuando la presa de Forata estuvo a punto de colapsar.

En la misma línea crítica, Miguel Tellado, otro diputado del PP, se refirió a Ribera como "una ministra huida" y "un fraude político sin precedentes", acusándola de priorizar su futuro en Europa en detrimento de sus responsabilidades en el Gobierno. Tellado también sugirió que la ministra podría enfrentarse a la justicia debido a su gestión, que considera desastrosa, al vincularla con las riadas y con el fraude en el sector de los hidrocarburos.

Un punto esencial que destacó Tellado fue la decisión de anulificar en 2021 el proyecto de encauzamiento y drenaje del barranco del Poyo, que, según él, podría haber salvado muchas vidas. El diputado del PP criticó la decisión de Ribera como una muestra de "intransigencia política" e ideológica que resultó en la falta de limpieza adecuada de los ríos.

En defensa de su gestión, Teresa Ribera replicó que la única vez que se estuvo cerca de resolver los problemas estructurales del barranco del Poyo fue cuando ella misma, en su etapa como secretaria de Estado, firmó una declaración de impacto ambiental favorable en diciembre de 2011. Ribera, en su respuesta, acusó a los gobiernos anteriores, específicamente el de Mariano Rajoy, de haber dejado caer el proyecto, argumentando que la guía pertinente había caducado en 2017 debido a la falta de acción.

Además, Ribera sugirió que era pertinente que se pidieran explicaciones a todos los responsables según su nivel de competencia y enfatizó que el PP se burla de los avisos emitidos por AEMET, lo que consideró una falta grave en la preparación para ayudar a los ciudadanos en futuras emergencias.

La ministra concluyó señalando que era lamentable que las obras de protección del barranco del Poyo no se hubieran ejecutado a tiempo, lo que, en su opinión, provocó una mayor complejidad en la gestión de la crisis cuando el Gobierno asumió el control en junio de 2018. Ribera también hizo hincapié en que incluso instituciones internacionales, como la Embajada de Japón, comprenden la importancia de los avisos rojos de la AEMET, mientras que el responsable de Protección Civil y Emergencias de la Generalitat de Valencia parece no haber reaccionado con la misma rapidez.