Posibilidades de ganar un Balón de Oro en el horizonte, dice Yamal
El famoso delantero del FC Barcelona, Lamine Yamal, ha desestimado la posibilidad de ganar el prestigioso Balón de Oro este año, pero ha expresado su interés en analizar si en algún momento podrá tener opciones reales de llevarse este galardón, actualmente otorgado por la UEFA en colaboración con el Groupe Amaury, propietario de los destacados medios de comunicación franceses 'France Football' y 'L'Équipe'.
"Es algo que motiva, a ver si en algún momento surgen oportunidades", declaró Yamal durante una intervención en el programa televisivo 'El Hormiguero' el pasado jueves. En una entrevista con el popular presentador Pablo Motos, el talentoso jugador compartió su experiencia en la última temporada, destacando su ascenso hasta conquistar la EURO este verano con la selección española.
"Desde pequeño, en el club del Barça, te preparan para este tipo de situaciones, trabajando con profesionales como psicólogos. Creo que estoy preparado para ello y estoy ansioso por ver qué depara el futuro", comentó Yamal en relación a su crecimiento personal y profesional.
"Después de la Eurocopa todo el mundo se percibe más alegre, veo a la gente más sonriente y la verdad es que estoy muy contento, es un sueño hecho realidad", agregó el jugador azulgrana antes de relatar el momento en que se enteró de su nominación al Balón de Oro. "Estábamos en la concentración de la selección en el ascensor y recuerdo que estaba con Nico, Nico Williams", recordó.
"Al principio se anunció que Nico había sido nominado y luego todos mis amigos me informaron que yo también estaba en la lista junto a ellos, con los compañeros de la selección, quienes nos felicitaron a todos", continuó con la anécdota. Sin embargo, la sencillez de la vida de Yamal actúa como un recordatorio a sus humildes orígenes. "Principalmente, ir a casa de mi madre y que me diga: 'Ponte las chanclas, cierra la puerta, apaga la luz, haz la cama, etc.", confesó entre risas.
Durante la Eurocopa en Alemania, tuvo que ocuparse de sus responsabilidades escolares después de cada partido. "Era un constante vaivén emocional... de euforia y luego tristeza. Porque generalmente por la noche todos se quedaban jugando a la PlayStation", rememoró.