En un contexto alarmante para la nación portuguesa, más de 1.700 bomberos se encuentran inmersos en la lucha contra cuatro incendios forestales que están afectando gravemente al país. En diversas regiones, más de un centenar de municipios se enfrentan a un riesgo extremo debido a las condiciones secas y calurosas que propician la propagación de los fuegos.

Las autoridades se centran en el seguimiento de los incendios que asolan especialmente la mitad norte de Portugal. Las áreas cercanas a localidades como Vila Real, Trancoso, Covilhã y Tabuaço están bajo estrecha vigilancia. En Trancoso, por ejemplo, cerca de 700 efectivos están trabajando sin descanso para controlar las llamas, según la información proporcionada por la Protección Civil.

Hasta el momento, los incendios más críticos han dejado un saldo de 37 heridos, incluyendo tanto a bomberos como a civiles, tal como reporta la cadena RTP. Además, el país ha recibido apoyo internacional con el envío de dos aviones Canadair desde Marruecos, los cuales vienen a complementar los recursos de extinción, ya que alguno de los equipos de Portugal se encuentra inoperativo.

Preocupado por la situación, el Gobierno de Luis Montenegro declaró la semana pasada una alerta por riesgo de incendios. Hasta el lunes por la noche, se habían identificado más de 60 incendios activos en distintas zonas del país. En lo que va de año, estos siniestros han consumido aproximadamente 60.000 hectáreas de terrenos en Portugal.