MADRID, 25 Nov. (CHANCE) - En una reciente exhibición de apoyo y cercanía, Johanna Zott ha dejado claro que es la mayor admiradora de Pablo Urdangarín, sobrino del Rey Felipe VI, durante el último encuentro del joven jugador con el equipo Fraikin BM Granollers. La pareja ha sido vista compartiendo momentos de complicidad, especialmente en el partido donde el equipo local se enfrentó al Bidasoa Irún, resaltando la relación que han cultivado desde el inicio de su noviazgo a principios de este año.

Desde su llegada al Palau D'Esports de Granollers, Johanna no se mostró indiferente a la intensidad del juego. Con un ambiente cargado de emoción, la joven no se contuvo y mostró su entusiasmo al animar, aplaudir y protestar por cada jugada, evidenciando su pasión por el balonmano y por Pablo, quien tuvo un papel crucial en la victoria del Granollers, que se consumó con un 36-35 en el marcador final. Con este resultado, el equipo reafirma su posición en la tercera plaza de la Liga Plenitude Asobal.

El compromiso de Johanna fue inquebrantable a lo largo del partido. No solo vivió cada momento con fervor, sino que también aprovechó los instantes en que Pablo se encontraba en el banquillo para intercambiar miradas cómplices y pequeños consejos. En un gesto maternal, incluso le hizo una "reprimenda" cariñosa para que se asegurara de colocarse bien los vendajes en los dedos, demostrando una faceta protectora que denota el nivel de atención que presta a su novio. La respuesta de Pablo fue igualmente tierna, mirándola con cariño y siguiendo su recomendación para cuidarse durante el juego.

Al concluir el partido, la conexión entre Pablo y Johanna se hizo aún más evidente. El joven no dudó en acercarse a ella para saludarla con un beso cariñoso. Sentándose a su lado, los dos compartieron sus impresiones sobre las jugadas cruciales del encuentro. Esta interacción no solo muestra el amor que Pablo siente por Johanna, sino que también enfatiza la importancia del apoyo familiar y de pareja en el mundo del deporte, reforzando la idea de que el éxito no solo se mide en victorias, sino también en la compañía de quienes más amamos.