En el día de hoy, Madrid ha sido escenario de una dura réplica por parte de Óscar López, el ministro de Transformación Digital, quien ha criticado abiertamente al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, por sus recientes acuerdos con Junts, calificados como la aplicación de la denominada "ley del embudo". López argumenta que estos pactos son presentados por Feijóo como favorables al interés de España, pero desde su perspectiva, resultan contradictorios.

La confrontación se intensificó tras las declaraciones de Feijóo, quien defendió la alianza del PP con Junts en base a supuestas coincidencias en las votaciones, asegurando que su partido se mantiene fiel a principios sólidos y rechaza cualquier tipo de chantaje. Ante esto, el ministro López no dudó en expresar su escepticismo, sugiriendo que la postura del PP es hipócrita y que sólo se aplica el mismo estándar a conveniencia, dependiendo de quiénes sean los actores involucrados.

“Es lo de siempre, es la ley del embudo de la derecha de este país”, indicó López con ironía al salir de una reunión donde se discutía la creación del Centro Nacional de Neurotecnología. Aprovechando su intervención, también arremetió contra la postura del líder popular, sugiriendo que cuando el PP llega a acuerdos con fuerzas nacionalistas o independentistas, esas alianzas son justificadas, a diferencia de lo que ocurre con los acuerdos del PSOE, que son tildados de traición a la nación.

A pesar de la crítica, el ministro y líder del PSOE en Madrid sostiene que el progreso de España ha sido gracias a los pactos impulsados por la izquierda, contrastando con lo que considera la actitud destructiva de Feijóo. En sus palabras, el líder popular ha llevado a cabo lo que él define como “la oposición más negativa, más destructiva y más ceniza de la historia”, enfocándose en la descalificación y la diseminación de rumores sin ofrecer soluciones satisfactorias o propuestas constructivas.

Finalmente, el ministro López concluyó que la política del PP se ha caracterizado por la falta de alternativas viables y por una constante inmersión en el lodo del ataque y el desprestigio, una estrategia que, según él, no aporta nada positivo al debate político y social en España.