Este lunes, las Naciones Unidas han expresado su profundo rechazo ante la reciente detención de un nuevo miembro de su personal en Saná, la capital de Yemen, a manos de los rebeldes hutíes. Esta situación agrava aún más la crisis en la que se encuentra la organización, ya que durante el fin de semana se registraron tres arrestos adicionales, lo que eleva el total a 59 trabajadores de la ONU actualmente en manos de la insurgencia yemení.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, confirmó en una conferencia de prensa que “las autoridades de facto han llevado a cabo la detención arbitraria de otro de nuestros colegas”. Además, agregó que en días recientes, se detuvieron a cinco colaboradores, incluidas dos mujeres, lo que incrementa la cifra anterior de detenidos, mencionada por su asistente, Farhan Haq, a 55 el pasado viernes.
El portavoz subrayó que algunas de estas personas han estado en cautiverio durante años y reiteró la "firme condena" de la ONU hacia las “continuas detenciones sin justificación” por parte de los hutíes. Dujarric insistió en la necesidad de liberar de manera inmediata y sin condiciones a todo el personal de la ONU, así como a los trabajadores de ONG y misiones diplomáticas, destacando que su seguridad debe ser protegida conforme al Derecho Internacional.
La más reciente captura de un trabajador de la ONU se llevó a cabo después de que milicianos hutíes asaltaran el domingo la oficina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Saná, confiscando dispositivos electrónicos y deteniendo temporalmente a varios empleados en el lugar.
Asimismo, en la jornada previa, se registraron operaciones contra diversas oficinas de la ONU, entre ellas la del enviado especial para Yemen y la de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), además de redadas en domicilios de personal del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Aún no hay información sobre la liberación de dos trabajadores que fueron detenidos durante estas incursiones.
En el contexto de estas tensiones, los hutíes han lanzado acusaciones contra el personal de la ONU, sugiriendo que están colaborando con Israel en ataques dirigidos contra figuras importantes del régimen hutí. Estas afirmaciones han sido rechazadas categóricamente por el secretario general, António Guterres.
Yemen ha estado sumido en el caos durante más de diez años, una época en la que los hutíes han consolidado su poder y ampliado su influencia. En los últimos dos años, estas fuerzas, aliadas con Irán, han intensificado sus ofensivas contra Israel, utilizando la violencia en Gaza como justificación para sus actos de agresión.
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