Natalia de Molina presenta 'Desmontando un elefante' y destaca: "El acoso ocurre en todas partes, pero el silencio se acaba".
MADRID, 8 de enero. La reconocida actriz Natalia de Molina ha manifestado que el abuso sexual y de poder constituye un desafío “transversal” que afecta a toda la sociedad, no limitándose únicamente al ámbito del cine. En sus declaraciones, celebró el hecho de que “el silencio se va rompiendo progresivamente” y que están saliendo a la luz casos y conductas que han existido desde hace mucho tiempo.
“Este fenómeno no es exclusivo del cine; está presente en todos los rincones de nuestra realidad. Al menos ahora estamos empezando a romper ese silencio”, afirmó en una entrevista con Europa Press, mientras se preparaba para el estreno de la película ‘Desmontando un elefante’ en las salas de cine. “Lamentablemente, el sistema actual opera de la misma manera que lo ha hecho históricamente. Es imperativo transformar muchos de los códigos que hemos aprendido durante siglos, y ese cambio requiere tiempo”, añadió.
Natalia de Molina reconoce que la tarea de erradicar el acoso en la industria del cine implicará “momentos muy difíciles”, pero hizo un llamado a la “evolución” para dar lugar a un sector y una sociedad “mejor”. “Todo implica un proceso, y habrá etapas complicadas que tendremos que enfrentar para que realmente se logre un mundo mejor, por mucho que suene idealista”, enfatizó, conectando el cine y la cultura con el reflejo de la sociedad en la que vivimos.
En ‘Desmontando un elefante’, Natalia de Molina comparte protagonismo con Emma Suárez, quien también aboga por la importancia de contar con “documentación, información e investigación” sobre los casos de acoso. “Este es un tema de una seriedad y relevancia que no se puede trivializar. Cuando se presentan acusaciones inesperadas sobre personas de mi entorno y de mi profesión, me siento incapaz de opinar sin tener la información necesaria”, admitió.
“Gran parte de estas personas son colegas con los que he trabajado, o a quienes admiro y respeto, pero no cuento con datos suficientes para emitir un juicio”, agregó, bajoliningo la complejidad de abordar este tipo de situaciones en el ámbito profesional.
Durante la promoción de la película, ambas actrices intercambiaron elogios. Para Natalia, Emma Suárez es una “referente” en el campo cinematográfico y confesó que trabajar con ella ha sido como un “sueño”. Destacó su carrera, su valentía y versatilidad, expresando lo entusiasmada que se siente por haber tenido la oportunidad de aprender de ella.
Emma Suárez, a su vez, resaltó el “vínculo potente y profundo” que ha logrado crear con Molina, centrando su atención en la relación “fundamental” que mantienen en la película, donde interpretan a una madre alcohólica y su hija, marcando una dinámica de “incomunicación” entre ellas.
“Cuando me comunicaron que iba a trabajar con Natalia, me sentí encantada. Es una actriz que valoro mucho por su compromiso en cada papel que asume, su disciplina y la profundidad con la que aborda sus personajes”, recordó Emma, quien subrayó la relevancia de su trabajo conjunto.
Un aspecto significativo de la película, según Emma Suárez, es que desafía los estigmas asociados a la adicción al alcohol, presentando su personaje como una arquitecta de éxito y no como el típico individuo que vive en la marginalidad. “Estamos acostumbrados a ver al alcohólico como un ‘borrachín’, relegado a las clases bajas y en condiciones deplorables. No siempre es así”, dijo, enfatizando la necesidad de una mejor representación del tema.
La actriz también apuntó que el alcohol representa un “elefante” del que raramente se habla, dado que es una sustancia legalizada. “Causa muchas adicciones, y no se ajusta a ningún estereotipo”, observó, recordando su experiencia al asistir a terapias y centros de rehabilitación para preparar su personaje.
“Salíamos profundamente conmovidas de las sesiones al escuchar las historias de quienes lidian con este problema. Nos encontramos con personas que anhelan ser escuchadas y que expresaron su gratitud por la realización de esta película”, reveló.
Por su parte, Natalia de Molina expresó su agradecimiento al director Aitor Echeverría, señalando que esta película ha sido un proyecto “salvador” para ella, especialmente después de un rodaje donde se sintió “vulnerable”, un tema que considera poco abordado en el sector. “La profesión es complicada. No solo cuando estás desempleado, sino también en el momento en que estás trabajando, aunque ese no es un tema del que se hable abiertamente. Tenía miedo, y este equipo me ha salvado, han brindado apoyo y cuidado”, confesó.
Emma Suárez agregó que ‘Desmontando un elefante’ ha sido una experiencia “vital”, afirmando que es una de esas producciones que “dejan huella” en la filmografía. “Nos ha permitido explorar terrenos de aprendizaje”, destacó.
Finalmente, el director Aitor Echeverría afirmó que uno de sus principales objetivos fue “romper clichés”, lo cual considera que ha logrado al retratar la adicción al alcohol en una mujer de buena posición social. “La película intenta abordar el problema de la adicción de una forma que, si bien puede no ser original, sí es rigurosa”, afirmó con convencimiento.
“Tenía el deseo de realizar esta película desde hace 15 años, y me alegra que haya pasado este tiempo, ya que considero que ahora es un proyecto más maduro y universal”, concluyó Echeverría.
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