Muriel Romero lidera el CND con un enfoque feminista tras 34 años sin directora.
El proyecto presentado este miércoles por la bailarina y coreógrafa Muriel Romero como directora de la Compañía Nacional de Danza (CND) destaca por su gran peso femenino, marcando un hito al ser la primera mujer en ocupar este cargo desde 1987.
Además de Muriel, el equipo directivo incluye a Mayda Islas como directora adjunta, Ana Catalina Román como asistente a la dirección artística, Violeta Gastón como maestra repetidora, Pachi Cabanillas como director técnico, y Arturo Barral como gerente.
La apuesta de Romero incluye dar oportunidades a mujeres coreógrafas reconocidas y emergentes en España, introducir un repertorio inédito en la compañía, fomentar el diálogo y la autocrítica entre los trabajadores, y priorizar la innovación.
Uno de los principales enfoques del nuevo equipo es la inclusión en la danza, con un compromiso de incorporar a personas con discapacidad en la compañía y llevar la danza a zonas rurales de España.
Además, se busca descentralizar la danza y fomentar el acceso a la misma en todas las provincias posibles, llegando a públicos discriminados y niños que no hayan podido acceder previamente a esta forma artística.
A pesar de que la danza clásica tendrá su espacio en la CND, el programa de Romero busca dotar al centro de un carácter singular que combine los clásicos iconos dancísticos con otras artes como la música y la literatura, enriqueciendo el patrimonio cultural español y desarrollando una personalidad propia para la compañía.
Este año se considera de transición, ya que el equipo lleva solo tres semanas trabajando en los nuevos programas, respetando la programación del director anterior, Joaquín De Luz. Además, se recuperará anualmente una obra de repertorio del siglo XX no antes representada en España, y se priorizará la colaboración entre coreógrafos, compositores y artistas de diversas disciplinas a nivel nacional e internacional.
La designación de Romero por el INAEM la convierte en la tercera mujer en ocupar este puesto, junto con María de Ávila y Maya Plisetskaya, marcando un paso importante en la historia de la CND.