VALÈNCIA, 3 de noviembre.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha decidido renunciar a su cargo en una sorpresiva declaración este lunes. Durante su anuncio, Mazón destacó que "la Generalitat requiere un nuevo rumbo" y hizo un llamado a la mayoría en el Parlamento para que actúen con responsabilidad en la elección de su sucesor. Afirmó que es tiempo de dejar de lado "las campañas de odio y el señalamiento hacia nadie".
“Mi capacidad para continuar se ha agotado”, expresó Mazón, quien indicó que, de haberlo querido, habría tomado esta decisión mucho antes, citando momentos que él y su familia han encontrado difíciles de soportar.
Afirmó que el ruido mediático que lo rodea ha sido utilizado como una excusa para desviar la atención de las verdaderas responsabilidades del Gobierno. Criticó, en particular, la "información errónea" publicada el 29 de octubre, el día de la dana, así como el tardío envío de ayudas y lo que calificó como una "pésima reconstrucción".
Mazón hizo pública su dimisión durante una declaración institucional en el Palau de la Generalitat, a la que concurrieron los miembros del Consell, tras ser convocados a primera hora de la mañana.
Esta mañana, también mantuvo una conversación con el Rey Felipe VI para expresar su gratitud por el apoyo brindado, así como a la Reina, especialmente a lo largo de este año tras la emergencia provocada por la dana.
En su discurso, Mazón realizó un "balance personal" de su gestión, defendiendo que, ante la catástrofe que afectó a Valencia "de manera material y emocional", su administración ha hecho "todo lo posible". Aseguró que ningún gobierno autonómico había enfrentado un reto similar antes y criticó la "falta clamorosa de ayuda" por parte del Gobierno central.
Destacó que su mayor preocupación son las consecuencias emocionales sufridas por las víctimas. Aunque las "heridas materiales están sanando", enfatizó que las secuelas más profundas son de carácter emocional.
Tras varios días difíciles tras el aniversario de la catástrofe, reflejó sobre el proceso y reconoció la necesidad de admitir errores por su parte. Entre ellos, citó la falta de acción frente a rumores, no declarar la Emergencia Nacional —donde admitió que su asesoramiento a Alberto Núñez Feijóo fue acertado— y su "ingenuidad" al pensar que el trato cordial con el Gobierno aceleraría la asistencia.
Mazón reconoció que asumirá la carga de estos errores durante toda su vida y reiteró su disculpa, asegurando que estos fallos no fueron motivados por intereses políticos ni mala fe. “No teníamos conocimiento de que el barranco del Poyo iba a desbordarse”, reafirmó.
La dimisión se produce tras un proceso de "reflexión personal" que Mazón inició recientemente, especialmente después del funeral estatal por las víctimas de la dana, donde fue objeto de recriminaciones por parte de algunos familiares presentes.
Este domingo, el dirigente mantuvo varias conversaciones con Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, en un ambiente intenso y de gran expectativa.
(Se informará más sobre este tema posteriormente).
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