En una reciente escalada de violencia en Medio Oriente, el bombardeo del Ejército de Israel en la ciudad de Palmira, Siria, ha dejado un saldo de más de 90 muertos. Esta cifra, proporcionada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, contrasta con el informe del gobierno sirio, que inicialmente registró solo 36 fallecidos, un balance que hasta el momento no se ha actualizado.
El Observatorio, que tiene su sede en Londres y se nutre de información proveniente de informantes sobre el terreno, reporta que 92 personas han perdido la vida debido a los ataques. Entre las víctimas, se encuentran 61 individuos vinculados a milicias respaldadas por Irán, incluyendo a once miembros del partido-milicia chií Hezbolá y cuatro combatientes del grupo libanés.
La trágica lista de fallecidos también incluye a 27 personas de diferentes nacionalidades, en su mayoría combatientes del grupo iraquí Al Nujaba. Además, el informe menciona que durante el ataque, otras 21 personas resultaron heridas, de las cuales siete son civiles, lo que subraya la gravedad de la situación en la región.
Los datos indican que aviones de combate israelíes llevaron a cabo operaciones en al menos tres ubicaciones en Palmira, en la provincia de Homs. Uno de los lugares atacados era un punto de reunión de líderes de Al Nujaba y Hezbolá, organizaciones que operan con el respaldo de Irán y que han tenido un papel activo en los conflictos armados en Siria e Irak.
En su comunicado sobre el ataque, el Ministerio de Defensa de Siria había informado anteriormente de 36 muertos y 50 heridos. Posteriormente, el Ministerio de Exteriores del país denunció lo que calificó como un "crimen horrendo", expresando su descontento ante la falta de respuesta por parte de la comunidad internacional frente a las agresiones realizadas por Israel.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.