MADRID, 1 de noviembre. - En un giro sorprendente, la famosa modelo Mar Flores y su hijo Carlo Costanzia han vuelto a unirse en el ámbito profesional. Ambos se han encontrado en el set de grabación de Decomasters, el nuevo programa de decoración de RTVE, dejando de lado las tensiones personales que han marcado su relación en los últimos tiempos. Durante una intensa jornada, demostraron una actitud colaborativa y alegre, trabajando codo a codo con el resto del equipo que incluye a conocidos colaboradores como Samantha Vallejo-Nágera, Colate, la Terremoto de Alcorcón e Isa Panoja.

A pesar de los momentos de complicidad y sonrisas que han sido captados por las cámaras, la relación entre ellos fuera del plató se mantiene notablemente fría. La publicación de las memorias de la modelo, que expuso situaciones delicadas de su vida y de Carlo, ha generado una tensión que aún persiste. No obstante, su profesionalismo brilla en el escenario, donde ambos se centran en seguir el guion y contribuir al éxito del programa, evitando que sus problemas personales afecten su desempeño laboral.

Por otro lado, las controversias surgidas a raíz de las memorias continúan reverberando. El exmarido de Mar, Alessandro Lequio, ha sido una de las figuras más afectadas, mientras su exesposa Antonia Dell'Atte ha hecho públicas acusaciones sobre malos tratos. En medio de este escándalo, Carlo y Alejandra Rubio han manifestado su intención de proteger a su hijo del escrutinio mediático, una decisión que busca mantener la inocencia de su infancia y fortalecer el núcleo familiar, alejándolos de la exposición que ambos conocieron de pequeños.

En definitiva, Decomasters no solo representa un nuevo proyecto de televisión, sino que también se convierte en un símbolo de la reconciliación profesional de Mar Flores y Carlo Costanzia. A pesar de las diferencias que aún persisten entre ellos, queda claro que su compromiso con el trabajo es fuerte y que pueden coexistir en el mismo espacio, dejando atrás las complejidades de su situación personal.