En Madrid, el 3 de noviembre, la cineasta y escritora Mabel Lozano ha lanzado su primera novela, titulada 'Ava', publicada por la Editorial Alrevés. Esta obra, que ha sido reconocida con el Premio Letras del Mediterráneo 2025 en la categoría de Novela Negra, pone el foco en el preocupante tema de la trata de personas con fines sexuales y examina cómo plataformas como OnlyFans están sirviendo de puertas de entrada a la prostitución.

Durante una entrevista con Europa Press, Lozano manifestó que en su novela aborda la realidad de estas plataformas, que muchos jóvenes tienden a justificar, pese a que considera que operan como "entradas solapadas a la prostitución pura y dura". La escritora destaca la necesidad de visibilizar esta problemática social.

Lozano explica que 'Ava' no solo es una narración dura sobre la explotación de personas vulnerables, sino que también cuenta con una perspectiva luminosa, resaltando las historias de mujeres excepcionales que merecen ser escuchadas. Su trabajo anterior, el cortometraje documental 'Ava', premiado con un Goya en 2024, ya había puesto de manifiesto su compromiso con esta causa, aunque en un formato más reducido.

Refiriéndose a los peligros de plataformas como OnlyFans, Lozano advierte que son herramientas que engañan a los jóvenes, presentándose como modernas y liberadoras, pero que pueden terminar conduciendo a situaciones de explotación grave. "Una vez que cruzas esa frontera, muchas veces acabas en la prostitución”, señala, poniendo de relieve la crueldad inherente al fenómeno.

Además, la autora denuncia la estrategia actual de los proxenetas que, con el uso de redes sociales como TikTok e Instagram, se acercan a las adolescentes con propuestas engañosas y apariencia amistosa. Resalta que las víctimas de estos abusos no tienen un perfil específico, sino que son el resultado de una combinación de factores como la pobreza y la falta de oportunidades.

Lozano también aborda el contenido que circula en plataformas como OnlyFans, sugiriendo que debería rotularse como "contenido sexual" en lugar de disimular su naturaleza. A pesar de su discurso modernista, ella observa que los consumidores son predominantemente hombres, lo que pone de relieve el desequilibrio en esta forma de entretenimiento.

En relación al acceso de los jóvenes a la pornografía, Lozano reconoce que es inevitable en la era digital, pero aboga por la educación y la crítica reflexiva en torno a este tema. Insiste en la importancia de equipar a los jóvenes con herramientas para entender que el sexo se basa en relaciones de respeto mutuo, contrario a lo que se presenta en muchos de los contenidos que consumen, que son, en su opinión, perjudiciales y misóginos.

Finalmente, se posiciona en contra de permitir el acceso a la pornografía a edades tempranas, argumentando que puede causar daños significativos en la formación de los jóvenes. A su juicio, la industria pornográfica genera violencia y es innegablemente agresiva. Lozano ha colaborado con expertos en la elaboración de normas contra la trata, pero sostiene que falta una verdadera voluntad política para abordar esta cuestión de manera efectiva.

Concluyendo su reflexión, Lozano afirmó que la igualdad es un principio que guía su vida y que el feminismo es su motor diario. Sin embargo, reconoce que la lucha por la abolición de la prostitución genera divisiones dentro del movimiento feminista, subrayando que existen intereses económicos que desvían la atención de las verdaderas necesidades de las mujeres atrapadas en estas situaciones. Afirmó que muchas de ellas solo desean una oportunidad para salir de su situación, lo que resalta la urgente necesidad de abordar estas realidades complejas con responsabilidad y compasión.