Crónica España.

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Lobato desmiente recibir el 'email' crucial de Fiscalía y explica sus indagaciones sobre la interpretación.

Lobato desmiente recibir el 'email' crucial de Fiscalía y explica sus indagaciones sobre la interpretación.

En un giro sorprendente, Juan Lobato, ex líder del Partido Socialista de Madrid, ha declarado este miércoles que no recibió el 'pantallazo' del correo electrónico relacionado con el abogado Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, a través de la Fiscalía. Lobato, quien ha comparecido en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo, aclaró que su consulta sobre el origen del documento fue por prudencia y no por tener información privilegiada.

Este juicio se centra en las acusaciones contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por supuestamente haber filtrado información a la 'Cadena SER'. En el centro del debate está un correo electrónico que Carlos Neira, abogado de González Amador, envió a la Fiscalía el 2 de febrero de 2024, en el que ofrecía que su cliente reconociera delitos fiscales a cambio de evitar penas de prisión.

Durante su declaración, que duró alrededor de una hora, Lobato se vio involucrado en un intenso intercambio de mensajes de WhatsApp con Pilar Sánchez Acera, asesora en Moncloa, quien le envió el 'pantallazo' del correo en la mañana del 14 de marzo. Sánchez Acera le advirtió sobre la necesidad de manejar con cuidado la información personal, pidiéndole que acentuara una pregunta clave sobre quién estaba mintiendo: si Ayuso o su novio.

En su interrogatorio, Lobato indagó sobre si el correo había sido publicado en algún medio de comunicación. Sánchez Acera le confirmó que la información estaba en manos de los medios, pero Lobato enfatizó su necesidad de entender el origen del documento para poder usarlo en la Asamblea de Madrid sin borrar las líneas de responsabilidad.

El ex dirigente socialista reafirmó ante el abogado de García Ortiz, Consuelo Castro, que el 'pantallazo' no le fue proporcionado por fuentes de la Fiscalía. A pesar de esto, las preguntas de la defensa se centraron en por qué su respuesta a Sánchez Acera indicaba la posibilidad de que el correo proviniera de la Fiscalía.

Lobato subrayó que su interés por la procedencia del correo no se basaba en suspicacias, sino en una necesidad de cautela adquirida tras años en el servicio público. En sus propias palabras, había aprendido a interpretar las implicaciones de este tipo de situaciones.

DESMIENTE INSTRUCCIONES DE MONCLOA

Frente a la presión de la acusación particular, Lobato explicó que la comunicación de Sánchez Acera era lógica dado el alto interés político en el caso de González Amador, el cual acaparó la atención mediática y política en ese momento. Sin embargo, en una aclaración significativa, Lobato identificó a Isabel Díaz Ayuso como el verdadero foco del interés, sugiriendo que el caso del novio de la presidenta era solo parte del contexto.

El ex líder del PSOE de Madrid también rechazó que recibiera cualquier tipo de "indicaciones" de Sánchez Acera o de otras figuras políticas sobre cómo manejar la situación, insistiendo en su autonomía y criterio personal.

Es relevante mencionar que el juez Ángel Hurtado había afirmado en un momento que existían órdenes desde Moncloa para filtrar información, pero la sala de apelaciones desestimó esta afirmación por falta de pruebas concretas.

SIN CERTEZA SOBRE EL ORIGEN

Lobato admitió que la razón por la que se dirigió a Sánchez Acera y al secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, fue aclarar el origen del documento. Su experiencia como técnico de Hacienda le llevó a desconfiar de la información no verificada, indicando que carecía de datos esenciales para validar la autenticidad del mismo.

A pesar de su deseo de utilizar el documento en la Asamblea, insistió en que no lo haría sin tener certeza sobre su procedencia, buscando, según su criterio de prudencia, distinguir entre dos versiones del documento al registrarlo formalmente tras conocer el procedimiento judicial.

Además, subrayó que su asesor personal le había aconsejado con sabiduría no involucrarse en el análisis diario que podría llevarle a decisiones precipitadas, un consejo que tomó muy en serio.