BERLÍN, 21 Dic. - En un regreso que ha generado gran expectación, la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn ha vuelto a la Copa del Mundo de esquí alpino, casi seis años después de su retirada. Este sábado, Vonn compitió en el supergigante de St. Moritz, Suiza, donde logró un decimocuarto puesto, mientras que la victoria fue para la austriaca Cornelia Hütter.

A los 40 años, Vonn tuvo un inicio complicado, quedando rezagada en los primeros tramos de la carrera y cometiendo un ligero error en el sector central del recorrido, que se presentó en condiciones soleadas. Sin embargo, su alegría fue evidente al cruzar la línea de meta, donde celebró con puños en alto y apreciando los aplausos de los aficionados y colegas esquiadores que la ovacionaron.

La trayectoria de Vonn ha estado marcada por numerosas lesiones, lo que llevó a su retiro oficial en febrero de 2019, cuando había logrado un impresionante récord de 82 victorias en la Copa del Mundo, además de un oro olímpico y dos títulos mundiales. Su regreso se produjo luego de someterse a una cirugía de reemplazo parcial de rodilla en abril, aunque no pudo demostrar un rendimiento al 100% en esta primera competencia oficial.

Este retorno a la competencia siguió a su participación en cuatro eventos de menor nivel, y Vonn fue precursora de las carreras de la Copa del Mundo femenina que tuvieron lugar el fin de semana pasado en Beaver Creek, Colorado, EE.UU. En la carrera de St. Moritz, Vonn finalizó a 1.18 segundos de Hütter, quien celebró su segunda victoria de la temporada y la octava en su carrera, y a solo 0.18 segundos de la campeona olímpica suiza, Lara Gut-Behrami. La italiana Sofia Goggia, ganadora de la primera carrera de esta disciplina en Beaver Creek, completó el podio con su tercer lugar, a 0.33 segundos de la cabeza.

Vonn se mostró optimista sobre su actuación. "Hoy ha sido un comienzo perfecto. He hecho una carrera sólida y he llegado a la meta", comentó a la prensa. Reconoció que, aunque el recorrido presentaba algunos baches, intentó ser estratégica en sus trazadas, logrando rapidez en algunos sectores. "Definitivamente me queda mucho por dar, solo quería llegar a la meta hoy y ser sólida", añadió, dejando claro su entusiasmo por volver a la competición.

A pesar de su experiencia, Vonn confesó haber sentido nervios antes de la carrera, algo comprensible tras una larga ausencia desde su última competición oficial en enero de 2019. "Estaba un poco estresada, iba un poco retrasada. Se me olvidaron un par de cosas. Fue agitado, simplemente no lo había hecho en un tiempo", reflexionó, aunque se mostró emocionada al reencontrarse con las mariposas en el estómago que siempre acompañan a los competidores. "Es muy bueno tener nervios, tener adrenalina de esforzarte. Siempre siento que soy yo contra la montaña. Me encanta esa sensación", agregó con entusiasmo.

Con la vista puesta en el futuro, Vonn se mostró esperanzada para su próxima carrera, anunciando: "Mañana será mejor, ahora que estoy acostumbrada", refiriéndose a un segundo supergigante programado para este mismo domingo en la estación de St. Moritz. Su determinación y amor por el esquí continúan siendo una inspiración para muchos, mientras se readapta a la competencia de alto nivel.