En una jornada de altibajos para el balonmano español, la selección masculina se enfrentó a Suecia, cerrando su segunda prueba amistosa con un resultado desfavorable de 34-31. Este encuentro, disputado el sábado en el Volvo CE Arena de Eskilstuna, es parte del proceso de preparación para el Campeonato Europeo de 2026 que se celebrará en enero.

Bajo la dirección de Jordi Ribera, el equipo español, que presentó a varios jugadores nuevos en su alineación, no pudo replicar la notable victoria obtenida en el primer amistoso. A pesar de que el encuentro estuvo marcado por una constante igualdad, los suecos lograron imponer un nivel de agresividad defensiva que complicó considerablemente el accionar ofensivo de los 'Hispanos'.

Desde el inicio, Hampus Wanne y las intervenciones decisivas de Fabian Norsten dieron a Suecia una ventaja inicial, aunque España pronto mostró su potencial defensivo con un sólido esquema 6:0 liderado por Antonio Serradilla. El esfuerzo de Ian Barrufet en la defensa también fue notable, logrando mantener el marcador igualado en varias ocasiones durante la primera mitad.

Con el inicio del segundo tiempo, la defensa sueca se intensificó, guiada por Oscar Bergendahl, lo que permitió a los locales despegarse en el marcador con un 21-17. A pesar de los esfuerzos de Ian Tarrafeta, quien intentó mantener a España en la lucha, los suecos concretaron su ventaja a cinco minutos del final, alcanzando su máximo margen de 32-26.

Jordi Ribera, al finalizar el partido, analizó el desempeño del equipo, resaltando que a lo largo de los dos amistosos se mantuvo un alto nivel de competición. “Hoy nos encontramos con un rival más agresivo, lo que hizo que tuviéramos dificultades para ajustar nuestra ofensiva y el balance defensivo”, comentó Ribera, quien también subrayó jamás haber visto a su equipo perder la determinación en la cancha, demostrando ser competitivo hasta el último momento.

El técnico concluyó indicando que las variaciones en el esquema de juego son siempre desafiantes y que el equipo sueco es particularmente eficaz al contraataque, lo que complicó las cosas para los españoles. “A pesar de la derrota, el equipo mostró caracter y aspiraciones, y aunque el marcador final fue negativo, la actitud fue la correcta”, añadió el entrenador.