En un reciente informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), se revela que la situación de la reserva hídrica en España se encuentra en un 51,1%, lo que equivale a un almacenamiento de 28.638 hectómetros cúbicos (hm3). Esta cifra representa una disminución de 22 hm3 respecto a la semana anterior. Es relevante señalar que el nivel actual de reservas se mantiene estable en comparación con el mismo periodo de la semana pasada.

Por regiones, la cuenca del Júcar, que atraviesa varias provincias incluyendo Valencia, ha experimentado un ligero aumento, incrementándose en tres décimas para alcanzar un 48,8%. Este dato resalta las variaciones en la disponibilidad de agua entre diferentes cuencas, así como las particularidades geográficas que influyen en la acumulación de recursos hídricos.

En un análisis más amplio, MITECO ha destacado que, en comparación con el año 2023, la reserva hídrica actual está 7,7 puntos por encima de los niveles del año pasado y supera en 3,8 puntos la media de los últimos diez años. Este aumento puede ser atribuible a las precipitaciones que, en términos generales, han sido abundantes en la vertiente Atlántica, mientras que en la vertiente Mediterránea se han registrado niveles de lluvia bastante más escasos. Particularmente, la mayor cifra de lluvia se ha observado en San Sebastián - Donostia, donde se han acumulado 97,3 litros por metro cuadrado (l/m2).

Desglosando por ámbitos, observamos que el Cantábrico Oriental lidera con un 87,7% de sus reservas, seguido del Cantábrico Occidental con un 59,8%, y el Miño-Sil que cuenta con un 56,7%. En Galicia Costa, las reservas alcanzan un 71,1%, mientras que las cuencas internas del País Vasco se mantienen sólidas al 95,2%. Otras cuencas como el Duero se sitúan en un 61,6% y el Tajo en un 56,5%, mientras que el Tinto, Odiel y Piedras presentan un nivel del 81,7%, y el Ebro se encuentra en un 70,7%.

Por otro lado, las cuencas que están por debajo del umbral del 50% incluyen el Guadiana, que reporta un 41,3%; el Guadalete-Barbate con un alarmante 28,5%; el Guadalquivir en un 35%; así como la Cuenca Mediterránea Andaluza con un 29,6%. La situación es especialmente preocupante en el Segura, que se sitúa en un crítico 20,3%. También están por debajo del 50% las cuencas internas de Cataluña, con un 34,6%, y el Júcar, que ya ha sido mencionado con un 48,8%.