Madrid, 4 de noviembre. En una semana especial para la familia real española, el 87 cumpleaños de Su Majestad la Reina Sofía ha estado marcado por su participación en uno de los eventos culturales más importantes de la capital. Después de celebrar su aniversario rodeada de sus seres queridos en el Palacio de Zarzuela, la Reina Sofía presidió la 40ª edición del Premio BMW de Pintura en el famoso Teatro Real, donde fue recibida con cálidos aplausos y afectuosos homenajes.

En un emotivo momento, el público le cantó el tradicional "cumpleaños feliz", seguido de una actuación conmovedora del reconocido cantaor José Mercé, quien interpretó "Se nos rompió el amor", una elección personal de la Reina. Este gesto artístico no solo resonó en el corazón de los asistentes, sino que también resaltó la conexión que la soberana mantiene con el mundo de la cultura.

Al finalizar el evento, la Reina Sofía mantuvo su imagen de cercanía y amabilidad, deteniéndose a agradecer a los admiradores que la esperaban en la salida del teatro. Este tipo de interacciones refleja el cariño que la sociedad siente hacia la madre del Rey Felipe VI, en una época en la que la atención pública también está centrada en las recientes confesiones del Rey Juan Carlos I, las cuales han sido tema de debate en medios internacionales.

Acompañada de invitados célebres como Alaska, Feliciano López, Carmen Lomana y Alejandra Martos, la Reina Sofía brilló como un símbolo de gracia y elegancia. La velada no solo celebró el arte y la solidaridad, sino que también se convirtió en un catalizador de emoción y aprecio hacia ella, consolidando su estatus como una figura icónica en la vida cultural y social española.