En la mañana del 4 de noviembre, Madrid fue escenario de un grandioso recibimiento oficial al Sultán de Omán, Haitham bin Tarik. En este mágico evento, los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, se encargaron de presidir la tradicional cena de gala en el Palacio Real, un momento que destacó por la presencia impactante de la Reina Letizia. Su elección de vestuario para la ocasión fue nada menos que deslumbrante, optando por la emblemática Tiara Rusa, una de las joyas más reconocibles de la corona.

Durante la jornada, la Reina mostró un estilo sobrio y elegante, pero lo prometido para la noche superó todas las expectativas. Doña Letizia se robó todas las miradas al reaparecer con un elegante vestido azul satinado de la casa de moda The 2nd Skin Co, una prenda que ya había lucido en 2024. El vestido se caracterizaba por su corte clásico, un tejido rígido de un vibrante tono azul y una falda con volumen que destaca por sus mangas tres cuartos y su larga cola. Además, un cinturón del mismo material acentuaba su figura, un diseño que también había sido previamente presentado en un banquete junto a Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos en el Palacio Real de Ámsterdam.

En cuanto a las joyas, la Reina decidió coronar su look con la espectacular Tiara Rusa, elaborada en platino y diamantes, inspirada en los históricos tocados de la aristocracia zarista, conocidos como kokoshniks. Para complementar su elegante atuendo, eligió pendientes de chatones, que son una de sus elecciones más queridas del joyero real. Además, exhibió un impresionante collar de la Orden de Omán, un regalo del Sultán que le fue entregado horas antes, lo que sin duda añadió un toque de distinción a su impresionante presentación.