Crónica España.

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La Regata Sydney-Hobart avanza a pesar de la trágica pérdida de dos regatistas.

La Regata Sydney-Hobart avanza a pesar de la trágica pérdida de dos regatistas.

En Madrid, el 27 de diciembre, los organizadores de la icónica Regata Rolex Sydney-Hobart 2024 han fijado su postura inquebrantable en mantener esta tradicional competición navideña, a pesar de la reciente trágica muerte de dos de sus participantes durante la noche, debido a las adversas condiciones meteorológicas que prevalecían en la ruta de los yates. David Jacobs, un alto directivo vinculado a la organización, manifestó su decisión en una conferencia de prensa celebrada desde Hobart.

Jacobs, quien ocupa el cargo de vicecomodoro del Cruising Yacht Club de Australia (CYCA), no dudó en responder con firmeza ante las especulaciones sobre la posibilidad de cancelar la regata. “La respuesta es no, no cancelaríamos la regata ni aunque se nos propusiera”, afirmó enérgicamente durante su intervención ante los medios.

Más adelante, explicó que uno de los principios fundamentales de cualquier regata es que, una vez iniciada, es responsabilidad del patrón decidir si es seguro proseguir. “Por lo tanto, depende de él si opta por competir o retirarse. El patrón está capacitado para evaluar las condiciones, teniendo en cuenta su contexto local”, aclaró Jacobs sobre la autonomía que poseen los capitanes en tales situaciones.

En una expedición de 628 millas náuticas, diferentes factores climáticos pueden influir en cada tramo del recorrido, lo que permite a los patrones realizar decisiones informadas sobre la peligrosidad de continuar, como resaltó el vicecomodoro: “El patrón tiene la libertad de evaluar si las condiciones son demasiado arriesgadas y decidir si se hace necesario retirarse”.

Roy Quaden, un australiano occidental de 55 años, pertenecía a la tripulación del yate ‘Flying Fish Arctos’. Según la información proporcionada por los organizadores, se sospecha que falleció tras ser golpeado por la botavara del barco en un incidente que tuvo lugar aproximadamente a 30 millas náuticas al este/sudeste de Ulladulla, Nueva Gales del Sur.

Además, en el mismo comunicado, se indicó que los integrantes de la tripulación intentaron reanimar a Quaden, sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. Este destino trágico también se vio reflejado en el caso de Nick Smith, un hombre de 65 años originario de Australia del Sur, quien formaba parte de la tripulación del yate sudafricano ‘Bowline’. Smith fue golpeado por la escota mayor, lo que lo lanzó violentamente al otro lado del barco, causándole una grave lesión en la cabeza al impactar con el cabrestante, según relató Jacobs en la rueda de prensa.

En su discurso, Jacobs también subrayó la importancia de seguir con los procedimientos establecidos en torno a una regata típica durante la festividad navideña. “Contamos con una estructura compleja diseñada para garantizar la seguridad. Si nos viéramos obligados a cancelar la regata, esa estructura se vería afectada y creemos firmemente que las tripulaciones están en una situación más segura bajo esa organización”, argumentó.

El vicecomodoro reiteró que, en varias ocasiones, intentar regresar a puerto durante condiciones adversas puede resultar más peligroso que continuar en la regata. “Las embarcaciones podrían encontrarse atrapadas en mares difíciles y condiciones meteorológicas extremas. Estas son las razones fundamentales que nos llevan a mantener la carrera”, agregó Jacobs durante su intervención.

A lo largo de la conferencia, también se identificó que las condiciones nocturnas juegan un papel clave en los tristes eventos ocurridos. “El clima era uno que estos barcos y sus tripulaciones conocen bien, para el que fueron entrenados y están preparados. Sin embargo, sin duda son condiciones desafiantes”, enfatizó el directivo sobre el riesgo de competir en la noche.

Jacobs, además, mencionó que para los barcos en competencia, los vientos podían oscilar entre 30 y 38 nudos y que las olas alcanzarían de dos a tres metros, lo que constituye un entorno realmente complicado. “Basta con que una ola te golpee de costado para desequilibrarte”, advirtió en relación a los riesgos inherentes en dichas circunstancias.

Finalmente, también se destacó un incidente que pudo haber causado un desastre mayor cuando Luke Watkins, un miembro de la tripulación, fue arrastrado por la borda del ‘Porco Rosso’. “Imagine caer por la borda en un día difícil; hacerlo de noche sería absolutamente aterrador”, reflexionó Jacobs sobre la peligrosidad de la situación.

El vicecomodoro remarcó que gracias a la utilización de una radiobaliza portátil, conocida como EPIRB, se pudo llevar a cabo el rescate de Watkins. Para concluir, Jacobs reveló que hasta el momento, 21 embarcaciones se han retirado de esta edición de la regata. “En 2021, tuvimos 29 bajas y en 2004 fueron 59”, finalizó su exposición, resaltando la seriedad y riesgo que conlleva esta emblemática competición.