La prestigiosa organización UNICEF ha expresado su profundo pesar al informar que los ataques en curso en Líbano están cobrando la vida de un número alarmante de niños cada día, superando así la cifra diaria de niños muertos durante el conflicto entre Israel y Hezbolá en 2006.
La ciudad de Madrid fue testigo de la inquietante declaración de Naciones Unidas, que alertó sobre el aumento de los bombardeos perpetrados por Israel en Líbano, describiéndolos como "catastróficos". Preocupa a la comunidad internacional el peligro de una escalada del conflicto y la posibilidad de una guerra a gran escala en Oriente Próximo.
El coordinador humanitario de la ONU en Líbano, Imran Riza, hizo hincapié en la gravedad de la situación actual, calificándola como el periodo más letal en el país en décadas. Lamentó la pérdida de vidas, incluyendo la de dos colegas de ACNUR y uno de sus hijos, como resultado de los devastadores bombardeos.
Riza subrayó que cientos de miles de personas se encuentran ahora en una situación de extremo peligro, con una violencia que se ha extendido a nuevas áreas, causando destrucción a gran escala de hogares e infraestructuras en todo el país.
La crisis humanitaria parece no tener fin, con un aumento significativo en el número de vidas perdidas, heridos y desplazados en cuestión de horas. La ONU y sus asociados trabajan arduamente para coordinar la asistencia y atender las necesidades urgentes de la población afectada por los bombardeos.
La situación sanitaria es crítica, con los hospitales al borde del colapso y los suministros médicos agotándose rápidamente. La población desplazada se enfrenta a enormes desafíos, con escasez de refugios adecuados, combustible y coordinación para satisfacer sus necesidades básicas.
El representante de UNICEF en Líbano, Edouard Beigbeder, manifestó su profunda preocupación por el aumento en el número de niños muertos como resultado de los ataques israelíes, que superan con creces las cifras registradas durante el conflicto de 2006. La situación actual en el país se agrava con la crisis económica, la pandemia de coronavirus y otros desafíos previos.
La falta de acceso al agua potable y los daños a las infraestructuras civiles han agravado la catástrofe humanitaria en Líbano, dejando a decenas de miles de familias en una situación desesperada. La comunidad internacional se moviliza para proporcionar asistencia urgente y evitar un mayor deterioro de la situación en la región.
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