Crónica España.

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La ONU alerta que Ucrania es ahora uno de los países más afectados por minas terrestres tras mil días de conflicto.

La ONU alerta que Ucrania es ahora uno de los países más afectados por minas terrestres tras mil días de conflicto.

En un reciente encuentro del Consejo de Seguridad de la ONU, celebrado en Madrid, la subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, ha expuesto la alarmante situación de Ucrania, donde se ha convertido en uno de los países más minados del planeta. Desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, casi una cuarta parte del territorio ucraniano ha quedado contaminado por minas, con una extensión que supera en cuatro veces el tamaño de Suiza.

La intervención de DiCarlo se produjo en el marco de la lectura de una carta del secretario general de la ONU, António Guterres, quien no pudo asistir al encuentro debido a su participación en la cumbre del G20 en Río de Janeiro. En su comunicación, Guterres denuncia la devastación causada por el conflicto y la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran millones de ucranianos, recordando que han transcurrido ya mil días de guerra y sufrimiento humano.

DiCarlo no escatimó en destacar los costos humanos y materiales del conflicto, señalando que la guerra ha llevado a la muerte de más de 12.100 civiles, entre los que se cuentan 600 niños, y dejando a otros 26.800 heridos. La aseguración de que “la cifra real de muertos podría ser aún mayor” resuena como un sombrío recordatorio de la crisis humanitaria que se vive en la región. La subsecretaria advertió sobre la creciente magnitud de las hostilidades en el este y sur de Ucrania, donde ciudades como Bajmut han quedado devastadas y prácticamente eliminadas del mapa.

La situación se ha deteriorado aún más en los últimos meses, con un incremento notable en el número de víctimas civiles. DiCarlo mencionó que en octubre y noviembre se han experimentado algunos de los ataques más intensos de la guerra, incluyendo un reciente bombardeo por parte de Moscú que involucró la utilización de 120 misiles y 90 drones, dirigidos a las infraestructuras energéticas de Ucrania.

Este intento de bombardeo se produce en un contexto particularmente delicado, dado que Estados Unidos ha aprobado el uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania para realizar ataques en el territorio ruso. En medio de este clima de hostilidades, DiCarlo enfatizó la importancia de que todas las partes implicadas se comprometan a garantizar la seguridad de los civiles, sin importar dónde se encuentren.

Adicionalmente, la subsecretaria hizo hincapié en la problemática de los ataques rusos contra buques y puertos civiles, particularmente en Odesa, donde estas acciones están exacerbando la crisis alimentaria mundial. La devastación de la infraestructura energética de Ucrania plantea la ominosa posibilidad de que el próximo invierno sea el más severo desde que comenzó la guerra.

Con una preocupación que no puede pasarse por alto, DiCarlo también advirtió sobre el riesgo nuclear que persiste en la región. La actividad militar cerca de la planta nuclear de Zaporiyia y otros lugares sensibles en el conflicto continúa siendo una fuente de alarmas, con potencias nucleares en juego. Ella enfatizó que un accidente nervioso podría tener consecuencias desastrosas, exigiendo un comportamiento responsable por parte de todos los actores involucrados para asegurar la estabilidad nuclear.

Finalmente, la subsecretaria aludió al preocupante despliegue de tropas norcoreanas en la zona de conflicto y su potencial participación en el enfrentamiento, lo que podría intensificar y escalonar aún más la situación. Las implicaciones globales de esta guerra en el corazón de Europa son innegables, subrayando que no solo afecta a la seguridad regional, sino que también aumenta las divisiones geopolíticas.

DiCarlo concluyó su discurso haciendo un llamado a los esfuerzos diplomáticos necesarios para poner fin al conflicto. Denunció la urgencia de actuar y manifestó que se requieren decisiones políticas atrevidas para lograr una paz justa en la región, que ha vivido ya demasiados días de desolación y sufrimiento.