La ONG Save the Children ha denunciado la devastadora situación en la que se encuentra la infancia palestina, señalando que han sido "psicológicamente destruidos por todo lo que han tenido que vivir".

MADRID, 22 Abr.

La organización ha revelado que los ataques a hospitales y personal médico en la Franja de Gaza han alcanzado niveles alarmantes, con un registro de 73 ataques por mes desde el inicio de la ofensiva del Ejército de Israel el 7 de octubre de 2023 en respuesta al ataque del Movimiento de Resistencia Islámica.

Save the Children ha destacado que, durante este período, se han producido al menos 435 ataques contra instalaciones y personal médico en Gaza, además de 369 en la Cisjordania ocupada, mayormente obstrucciones al acceso sanitario y uso de fuerza dentro de las instalaciones médicas.

En comparación con otros conflictos recientes, Ucrania registra 67 ataques mensuales, siendo el segundo país con mayor número, seguido por la República Democrática del Congo con un promedio de once ataques.

La ONG ha denunciado que "seis meses de bombardeos constantes, asedio y bloqueo de entregas de ayuda han colapsado el sistema de salud en Gaza, donde solo once de los 36 hospitales siguen operativos". Además, unas 350.000 personas con enfermedades crónicas no pueden acceder a tratamientos vitales.

La enfermera pediátrica Becky Platt ha explicado que la falta de suministros médicos ha llevado a realizar intervenciones "con menos analgésicos de los necesarios", lo que causa angustia y daños psicológicos a largo plazo en los niños afectados.

El pediatra Simon Struthers ha señalado un aumento de enfermedades como infecciones respiratorias agudas, desnutrición y hepatitis A debido a las precarias condiciones de vida en Gaza, donde la falta de medicamentos y saneamiento adecuado agrava la situación.

El director de Save the Children para los Territorios Palestinos Ocupados, Xavier Joubert, ha condenado los ataques a los servicios de salud como "injustificables" y ha instado a poner fin a la violencia para garantizar el acceso de la infancia palestina a servicios básicos como la atención médica y la educación.