En los últimos días, el entorno del Rey Juan Carlos ha estado envuelto en una controversia importante tras su decisión de emprender acciones legales contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Esta noticia se produce casi una semana después de que el monarca, a través de su abogada Guadalupe Sánchez, anunciara su intención de solicitar una indemnización de 50.000 euros debido a las declaraciones difamatorias que Revilla habría proferido en su contra durante los últimos tres años. Cabe destacar que Juan Carlos ha manifestado su intención de donar esta cantidad a Cáritas, mostrando así su compromiso con causas benéficas.

Este fin de semana, el Emérito hizo acto de presencia en un evento hípico en Dubái, donde fue homenajeado por el príncipe Abdullah bin Saad. A pesar de su evidente delgadez, su estado de salud se muestra alentador. Mientras tanto, en España surgen informaciones que sugieren que la Infanta Elena estaría detrás de esta demanda, motivada por su deseo de que su padre regrese al país y defienda su honor frente a las acusaciones de Revilla.

Fue el periodista Juan Luis Galiacho quien aseguró que, impulsada por la necesidad de proteger la reputación de su padre, la Infanta Elena habría instado al Rey emérito a tomar medidas legales. Revilla ha catalogado a Juan Carlos de "corrupto" y ha afirmado que posee una fortuna de “mil millones” en el extranjero, sugiriendo además que actúa como un "apátrida fiscal". Este escenario ha llevado al monarca a considerar esencial defender su legado tras cuatro décadas en el trono, especialmente en un momento tan delicado de su vida, ya que cuenta con 87 años.

En un gesto que parece reflejar su deseo de solidaridad familiar, se ha comentado que Don Juan Carlos se ha reunido con sus nietos, incluidos Victoria Federica y Froilán. Durante estos encuentros, les habría alentado a que, si se sienten agraviados por medios de comunicación, no duden en buscar amparo legal. Según el periodista Alejandro Entrambasaguas, no se trató de una exhortación directa a presentar demandas, sino más bien un consejo sobre la posibilidad de actuar si consideran que su derecho al honor o a la intimidad ha sido vulnerado.

Por su parte, la Infanta Elena ha mantenido una postura de total discreción ante la situación. Al ser abordada por la prensa sobre su supuesta implicación en la demanda de su padre contra Revilla, mostró indiferencia y prefirió no comentar al respecto. Así mismo, no ha confirmado si Don Juan Carlos efectivamente se ha reunido con sus nietos para discutir temas legales tras los recientes escándalos mediáticos en los que se han visto involucrados.