MADRID, 21 de diciembre (CHANCE) -

El pasado viernes, 20 de diciembre, la infanta Elena celebró su 61º aniversario. A diferencia de las festividades del año anterior, donde organizó una comida familiar que incluyó a sus padres y hermanos, este año se optó por una celebración más íntima y tranquila.

Desde temprano, la hija de los eméritos salió de su hogar con dirección a su lugar de trabajo. A pesar de la formalidad del día, la madre de Victoria Federica mostraba una sonrisa que reflejaba su alegría, sugiriendo que probablemente compartiría un momento especial con sus seres queridos al finalizar su jornada laboral.

Sin embargo, al término de la jornada, la infanta fue vista abandonando las instalaciones de Mapfre, en un gesto amable hacia los reporteros que la rodeaban. Mientras se despedía, bajó la ventanilla de su vehículo para expresar su agradecimiento a la prensa por las felicitaciones recibidas.

La infanta Elena completó su día de trabajo con una actitud amable y agradecida hacia los medios, pero la culminación de su cumpleaños no incluyó ninguna festividad notable; simplemente lo vivió como un día cualquiera.

Recordemos que el año anterior fue especial, ya que al tratarse de un cumpleaños con una cifra significativa, contó con la presencia de su padre, el rey Juan Carlos I, quien se desplazó a la capital para conmemorar el 60º cumpleaños de su hija en compañía de toda la familia. Incluso la Reina Letizia, pese a las numerosas especulaciones sobre su relación con la infanta, se unió a la celebración junto al rey Felipe VI.

Este año, la infanta Elena adoptó un enfoque más relajado y reservado, especialmente en momentos en los que se ha visto más unida a sus hijos, especialmente tras los recientes escándalos que han captado la atención de la prensa española. Así, la infanta prefirió mantener un perfil bajo mientras alcanzaba la nueva década de su vida.